NOVELA LALITER TE_AMARÉ_POR_SIEMPRE

Capítulo 85: Sólo un sueño

Lali se fue y Peter lo único que hacía era gritar su nombre, repentinamente sintió como lo

movían y al abrir los ojos vio a Belén a su lado.

-Pipu que te pasa?!?!?!-

Él sudaba a pesar del frío del aire acondicionado, respiraba con dificultad, y parpadeaba fuerte

para intentar aclarar su vista.

-¿Qué haces acá Belén?-

-te escuché gritar y me vine corriendo a ver que te pasaba-

-¿dónde está Lali?-

-no sé-

Él se paró en seguida y fue a su habitación, la vio acostada en la cama, con una pijama muy

chiquita y estirada en su totalidad, la tocó y estaba sudando, literalmente moría de calor.

La cargó y la llevó a su cuarto. Le pidió a Belén que trajera unas sabanas y la acostó en su cama,

después de arroparla, salió con Belén de la habitación.

-por qué estaba durmiendo en el cuarto de al lado?-

-larga historia-

-no se supone que es tu esposa?-

-Belén es tarde, porque mejor no te vas a dormir?-

-pero...-

-que pases buenas noches!-

Se metió en su habitación y observó a Lali unos segundos, un día de casados tenían y ya no se

imaginaba una vida sin ella, enloquecería si ella no estaba a su lado. Fue un sueño, gracias a Dios,

pero si hubiese sido real, ¿que habría pasado?

Bueno! En primer lugar Lali no hubiera sido tan osada, la duras penas es capaz de darle un beso

sin pensarlo dos veces antes. Rió ante su propio pensamiento mientras se sentaba en un

banquito y le tomaba la mano.

En segundo lugar no le habría terminado de ese modo, se lo habría dicho de frente como siempre

había sido. Bueno no siempre, pero si cada vez que él la obligaba a serlo. Y en tercer lugar no le

habría dejado la duda de si está con Gastón o no.

Y si le preguntaba lo Gastón y ella le decía que no lo amaba? Que quería estar con él? Había

estado tan obsesionado con la idea de que Lali no lo quería que no pensó en que ella si lo amaba.

Limpiaba sus lágrimas mientras pensaba, meditaba su miedo a perderla, el amor que le tenía,

hasta que pensó que lo mejor era dejar las cosas así, tal y como estaban. No podía decirle que

todo estaba bien, cuando por dentro no lo sentía así, tampoco podría decirle que la odiaba

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cuando por dentro la amaba, iba a enloquecer.

Pocas horas después amaneció. Se levantó y se cambio para irse a trabajar en la hacienda pero

antes Lali se despertó. Le extrañó verse en una cama que no era donde había dormido, así que le

preguntó:

-que hago acá Peter?-

-duermes, o bueno, dormías- respondió naturalmente.

-lo sé tonto! Lo que pregunto es que hago en tu cuarto-

-es tu habitación también-

-la mía es al lado, creí habértelo dicho-

-también- respondió mientras terminaba de peinarse.

-Peter préstame atención!!-

-que pasa Lali?- se giró colocándose una chaqueta para mirarla.

-que hago aquí y no en mi cuarto, y a dónde vas?-

-yo te traje porque ibas a morir de calor y voy a trabajar-

-con Belén?- "celos?"

-con rocío- respondió riendo.

-Aquí en la casa?-

-en el campo-

-voy contigo!- se bajó de la cama rápidamente.

-de ninguna manera!-

-¡¡¿¡¿¡por qué no!?!?!?- porque le preguntó como una nena, tal y como en el sueño de la noche

anterior.

-porque ese es un trabajo de hombres-

-rocío no es un hombre-

-pero mientras tú seas mi mujer, no harás ese tipo de trabajos-

-te puedo ver trabajar-

-te vas a aburrir-

-aquí también lo haré!!-

-no quieres aburrirte?- ella negó con la cabeza ,Peter se acercó y le acarició la mejilla-entonces

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pregúntale a Belén que puedes hacer acá en la casa.-

-yo no quiero trabajar con ella- se cruzó de brazos

-no vas a trabajar con ella solo le vas a preguntar cómo son las cosas acá-

-no lo puedo hacer lo que quiera, sin preguntarle a ella?- preguntó con puchero y eso lo

sensibilizó.

-eres dueña y señora de ésta casa, puedes hacer lo que quieras!-

-cualquier cosa?-

-cualquier cosa. Cambiarla, desordenarla, cambiar el color de las paredes a fucsia, quemarla es

tuya, puedes hacerlo.-

Le paso las manos por detrás de la cintura y la beso tiernamente, un excelente, dulce y

reconfortador beso de buenos días. Ella le correspondió tímida, hasta le temblaba su labio

inferior, después de lo que pasó el día anterior lo menos que se esperó era un beso.

-y no te vas a enojar?- le preguntó Lali al separarse del beso.

-tal vez...-

-eso no me garantiza nada-

-hey! Es la primera vez que tengo esposa! No sé qué clase de locuras se te pueden ocurrir...-

-¿confìas en mi?-

Lo pensó un segundo, la respuesta que diera significaba demasiado, y no quería mentirle

diciéndole la verdad.

-confío en tu buen gusto, sino no te habrías casado conmigo- bromeó y le dio un beso corto. –

ahora sí me voy que se me hace tarde, vuelto al caer el sol!-

-nooo porque!!-

-tengo que ponerme al día nena! –

-bueh! Que te vaya bien.-dijo resignada.

-a ti también! Te amo-

-yo también te amo!-

Sonrieron se besaron y luego él se fue de la habitación. Éste era un buen comienzo, sin peleas, sin

guerras tontas, sin mentirse a sí mismo. Tal vez el sueño de anoche fue el trampolín perfecto

para encontrar ese equilibrio que tanto le gustaba. Estaba haciendo lo que sentía, y eso le hacía

bien.