Capítulo 79: No quiero recorder

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Estas palabras descolocaron a Peter por completo, le lastimaba tratarla de ese modo, pero no

podía seguir haciendo el papel de idiota con oídos sordos y ojos ciegos a su relación con Gastón.

En el fondo, muy en el fondo quería encerrar sus sentimientos y esperanzas de que ella le

correspondiera en su amor, al lado del deseo iluso que tenía con que en la hacienda reaccionara

y lo eligiera a él.

Horas antes:

Peter se despertó abrazando por la cintura a su esposa, al amor de su vida. Se sentía tan

afortunado! No todos tenían la suerte, la dicha de casarse con la persona que amas, y que te ama.

Dejó las cortinas abiertas, porque le encantaba como acariciaba el sol saliente la piel de Lali!

Como se iluminaba su rostro paulatinamente y como le huía a la luz inconscientemente,

acurrucándose en su pecho, apenas sus ojos percibían la presencia del amanecer.

Cuando ella se giró acostándose en su pecho, dejaba besos en su cabeza mientras acariciaba su

cabello, el cual después de semejante noche estaba un poco enredado así que era lo más

cuidadoso posible, el olor que emanaba era algo que por sí sólo lo seducía.

Se quedaba dormido nuevamente cuando el sonido de un celular interrumpió su estatus, era el

de Lali. Pensó que eran Cande o Camilo, quienes llamaban preocupados por la partida tan

repentina, pero no. Era mensaje. Varios mensajes de nada más y nada menos que Gastón.

No pudo evitar caer en la tentación y lo que leyó lo quebró por completo:

"Princesa, donde estas? Te estoy esperando" "aléjate del idiota de tu esposo" "La! Contesta que

se nos va el vuelo, con destino al amor" "admite que ese beso te gustó tanto como a mi" "me vas a

decir que aquella noche no quedaste con ganas de más" "siento como mi cuerpo aun conserva el

olor de tu piel"

Se bloqueó en el acto al Peter dulce y enamorado y dejo salir de nuevo su lado oscuro, lo que no

sabe éste lado es que el amor todo lo puede, pero en este momento sentía que ese amor no era

de él, era de Gastón.

Sus lágrimas cayeron similares a las de un niño cuando le quitan su caramelo, su juguete

favorito. A él le quitaron su mujer, antes que fuera suya. ¿Qué había sido lo de anoche entonces?

Mentiras, mentiras y más mentiras? No puede ser.

Cuidadosamente salió de la cama y se tragó todas sus lágrimas, junto a todo su dolor. Si ella era

mala, él sería peor. Ninguna persona había podido con él, mucho menos una mujer, y Mariana

Esposito no iba a ser la primera. Se dio una ducha rápida y se vistió, para sentarse en una silla

diagonal a la cama, esperaba a que se despertara, meditaba todo lo que iba a hacer, lo que le iba a

decir.

Sus ojos se ensombrecieron, su corazón se congelo, su mundo se cayó, pero él no iba a admitir

que Lali lo estaba haciendo sufrir, la odiaba, la odiaba con todo su corazón por amarla con toda

NOVELA LALITER TE_AMARÉ_POR_SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora