NOVELA LALITER TE_AMARÉ_POR_SIEMPRE

Capítulo 102: Oportunidad del perdón

Pocas veces habían estado juntos, de ese modo y ya él se había hecho adicto a su cuerpo; sus

manos grababan cada pliegue de su piel, su lengua se degustaba con el sinsabor de la última vez,

su boca disfrutaba de la despedida como si fuese la primera vez que hacían el amor.. aumentaba

la velocidad de sus movimientos como anuncio de que estaba por llegar al clímax, alargándolo el

mayor tiempo posible con la condición de que no llegara el final.

Moría por saber ¿qué seguiría después? había cometido graves errores pero estaba dispuesto a

repararlos, entonces: ¿por qué Lali se tenía que ir? ¿por qué su amor se tenía que alejar de él?

¿por qué no le daba la oportunidad del perdón?

Sus cuerpos agotados y llenos de energía a la vez, manifestaron con un grito de satisfacción el fin

de su acto sexual, tal vez el último. Peter, con sus labios, acarició suavemente la boca de ella, tan

sublime como el sonido de liras cuando los ángeles te dan la bienvenida a su reino. regulaban sus

respiraciones al compás de los latidos del corazón los cuales disminuía el rito ante la

tranquilidad de estar protegido por el amor de tu vida.

Sus lenguas se divertían entre sí, como niño con juguete nuevo, causando un cosquilleo dentro

de ellos, que pedía a gritos llegar a más, pero que era detenido por el cansancio físico dejó

semejante pasional encuentro de amor.

Pasarían unas 3 horas desde que él decidió olvidarse del después y vivir el ahora, cuando el sol

comenzaba a despedirse y la frescura vespertina se hacía notar. Peter, quién ya se había

colocado su boxer, estaba sentado en una de las piedras, con medio cuerpo debajo del agua. Lali

tenía solamente su prenda inferior puesta, y sentada sobre él dejaba inocentes besos en su boca

mientras las manos de su esposo se deleitaban con la desnudez de sus pechos.

El agua los abrazaba, los rayos del sol los iluminaban y la brisa acariciaba la piel descubierta! se

sentían únicos, invencibles, eran ellos, no existía nada más, no existía nadie más. pero había que

volver a la realidad.

Él quería que ella se quedara a su lado para siempre, como prometió en el altar, ante Dios, pero a

Lali le tenía que nacer estar a su lado, amarlo, estar a gusto por su presencia, no por que Peter se

lo suplicara y ella terminara cediendo por lástima.

-y a qué se debió ese cambio de opinión?- preguntó Lali sobre los labios de su esposo, después de

una larga sesión de besos. Él sabía perfectamente que ella se refería a la negativa que tenía antes

de no desvanecerse ante sus encantos.

-un hombre, nunca debe negarse a la petición de una mujer-

-tú nunca te le negaste a ninguna verdad?- desde cuando Lali era tan celosa? últimamente todo

se basaba en su pasado y el Belén. Aunque a él le encantaba, alimentaba la esperanza de que aún

existían motivos para que se quedara a su lado.