Desgracias.

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Capítulo 9: Desgracias.


No era consciente de lo que estaba haciendo, era como si mi mente estuviera en un estado nulo y solo me dejaba hacer.


Me dejaba revisar por los médicos que inspeccionaban con atención mis marcas, mis hematomas, era imposible que no lagrimeara a medida que me sacaban otra prenda, en este caso eran los pantalones.

Estaba semidesnudo y en todo estos minutos lo único que alcanzaba a escuchar era "ya terminará cariño, tranquilo, ya pasará" o palabras como... "padre, por favor no se tense que lo único que hace es poner más mal a su hijo". Los médicos trataban de tranquilizar a mi padre que literalmente quería romper todo, quería matar a Minho por lo que me había hecho pero él lo que no sabía... era que también había sido mi culpa, eran mutuas las actitudes impulsivas que teníamos por celos de vernos con otra persona...

Él solo mencionaba a los gritos que Minho me había enredado en sus redes para que yo cayera y así poder desquitarse conmigo todo el odio que su padre tenía con el mío, pero no era así, Minho me amaba, como yo también lo amaba a él, a nuestra manera pero aun así, nos amábamos.


Mi padre sabía que Minho era el que estaba detrás de todo esto por mi guardaespaldas que en la noche de la reunión me estaba buscando por ordenes de mi padre y desde que me lo contó... no pude evitar recordar el famoso ruido que habíamos escuchado con Minho...el momento en donde nos habían descubierto.

Taemin después le mintió, pero fue cuando mi padre aún no sabía nada... hasta que finalmente se enteró por mi guardaespaldas, el mismo que comenzó a sospechar y le comenzó a preocupar mi situación con Minho. Era comprensible... éramos cercanos desde hace mucho tiempo, me conocía desde que era un bebé, literalmente.


Era consciente que a partir de hoy lo tendría que dejar, que tendría que empezar una nueva vida lejos de él porque no podía evitar hacerle caso a mi padre... por más fuerte que fuera el amor que sintiera por Minho, lo amaba demasiado, tanto que me dolía... pero así de cruel eran las cosas y por más que amara a Minho con toda mi locura, si lo decía mi padre... estaba todo más que bien, él sabía qué hacer, como protegerme.


Los médicos me dijeron que me volviera a vestir y anotaron un par de cosas en una planilla, mis ojos volvieron a estar borrosos y mi padre me abrazó fuerte, arropándome en sus brazos mientras me daba un beso corto en la cabeza.

Nos separamos y nos derivaron a una oficina donde me citaban a declarar, me habían dicho que ya había llegado Minho y mi cuerpo tembló por completo pero lo disimulé, agachando mi cabeza.

Pasamos por un pasillo yendo hacia la oficina, me dijeron que Minho había terminado su declaración y que estuviera tranquilo que iba a salir por otro camino pero no fue así.

Justo en el momento menos esperado nos cruzamos en el mismo pasillo en donde estábamos esperando, yo seguía con mis ojos rojizos, mordiendo mi pulgar y al levantar la mirada abrí los ojos de la sorpresa, Minho pasaba en frente mío junto a su padre y me dedicó una mirada fría... tan fría que me dolió en lo más profundo del alma. Sus ojos estaban lagrimosos e irritados igual que los míos, se lo notaba tenso y no era para menos... le había arruinado la vida sin tener la intención de hacerlo.


-Kim Kibum, puede pasar. - desvié la mirada y entré a la oficina donde me esperaban para poder declarar. - Solo, por favor. - miró a mi padre notando que tenía ganas de pasar conmigo. - Usted, irá a otra sala a declarar también los hechos que vio en su hijo, aquí solo pasará el abogado.

Adicción enfermiza. [MINKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora