6. El diagnóstico de la adicción.
Me desperté primero y lo primero que hice fue separarme lentamente y rápido de los brazos de Minho, yendo disimuladamente a mi armario para sacar un bolso y poner los tacos, el short negro y una muscula bordo que tenía, listo, así Minho no se daría cuenta de nada, cerré el bolso poniéndolo encima de la silla de la computadora.
Me hice el idiota y pasé al baño llevando un jogging, una remera de mangas y un par de zapatillas, haciendo como si le estuviera haciendo caso a Minho. En el mismo espejo que ayer me miraba las marcas, hoy me miraba el semejante chupón que me había hecho Minho, una mezcla entre rojo y morado, estaba muy marcado, con razón dolía tanto hasta el punto de arder.
Entré a la ducha y me bañé rápido como también me vestí y lave los dientes, el mismo procedimiento de siempre y salí, encontrándome con un Minho con mucho sueño, rascándose los ojos.
-Despierta dormilón, que ya son las tres y en un rato me tengo que ir, al menos que quieras esperarme aquí. – Minho se sentó y me agarró de la muñeca llevándome hasta él, sentándome en su regazo, lo abracé del cuello y me besó, un beso de buenos días.
-Mierda que se nos fue la hora, ya las tres, seguro debo tener miles de llamadas perdidas de mi padre.
-Yo tendría que llamar al mio. – le di un pico mientras acariciaba su desnuda espalda.
-Estás frio. – reí.
-Sí, es que acabo de bañarme.
-Y veo que me has hecho caso. – me guiño un ojo.
-Cállate, engreído. – lo besé hasta que Minho se fue levantando de a poquito, haciendo que nos separemos. - ¿Quieres un café? Justo iba a hacer el mío.
-Bueno, pero espera que me vista y me lave la cara aunque sea. – reí y le hice un gesto de que asentía y me fui de la pieza bajando las escaleras, llegando hasta la cocina, wow, que vacío estaba esto, siempre tan acostumbrado de ver este lugar lleno de mujeres limpiando acá y allá, va, no miles, sino que era una manera de decir.
Encendí la pava eléctrica y saqué dos tazas y hasta que el agua hirviera mi cabeza hizo un "click", recordando que tenía que llamar a mi padre.
Agarré mi celular que estaba en el bolsillo de mi pantalón el cual ya estaba siendo muy molestoso, quería algo más ajustando, no ésta mierda de jogging. Marqué su número y esperé mientras iba hacia el living, mirando distraído como estaba el día desde el gran ventanal hasta que contestó.
-Mi princesa, ¡Hola!
-Mierda, pensé que ese viaje te borraría la memoria. – lo decía por el apodo.
-No hijito hermoso, no se me borra por nada en el mundo, ¿Cómo andas, Kibum? En tu vida de... soltero.
-JAJAJAJA ay papá no seas así, ni que me fuera a morir estando solo.
-Por algo me llamas ¿no?
-Ay es que te extraño taaaanto. – me hacía el difícil.
-Y yo a ti mi pequeño. – sonaba sensible.
-Hey, estaba bromeando. – quise saber que decía.
-Maldito desgraciado, ya verás cuando llegue.
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Adicción enfermiza. [MINKEY]
FanficSolo éramos dos locos que se amaban, que se amaban con desconfianza, con locura, con pasión, con los celos más enfermizos que alguna otra pareja podría tener porque... teníamos miedo de perdernos. Nos necesitábamos, aunque las cosas siempre terminar...