Destruyéndonos.

739 57 13
                                    



11. Destruyéndonos.


Miré mi celular con atención, leyendo el mensaje extraño de Minho avisándome que estaba con su padre y que lo perdonara por haberme dejado solo después de la tremenda noche de ayer...

No me gustaba hacerlo pero sospechaba, quiera o no me era inevitable no hacerme la cabeza ¿Por qué se iba a ir? Se suponía que era el casi jefe y que yo sepa siempre que hacemos el amor al otro día se queda conmigo en la cama y esta vez... esta vez no lo hizo.

Mi celular me hizo volver a la realidad cuando volvió a vibrar, cerré el mensaje de Minho y miré por arriba, en la barra... un nuevo mensaje de Taemin. No quería contestarle, hace ya varias semanas que seguía comportándome así, es que no quería que viniera a entrometerse en mi vida y eso era justamente lo que iba a hacer si nos volvíamos a ver, está bien, entiendo que esté preocupado por mí pero yo no necesito ayuda, solo necesitaba a Minho.


Me levanté y mandé a una de la empleadas a que hiciera el cambio de sabanas y ordenara mi habitación mientras yo me bañaba. Cuando terminé, comencé a vestirme pero en un momento paré y miré atento el espejo, viendo mi reflejo...veía las marcas de rasguños rojizos en mis costillas y sonreí acordándome la ardiente noche de ayer.

Terminé de vestirme y salí del baño de paso para bajar a tomar algo pero cuando estaba a punto de hacerlo una de las empleadas me detuvo y su mirada me decía que quería decirme algo.


-Señor Kibum, ha venido el señor Lee Taemin ¿Qué le digo?

-Dios... - suspiré cansado, intentando pensar que excusa inventarle.

-No tendrás que inventar nada porque igual he pasado. - Taemin hizo su presencia mirándonos desde abajo y en el momento en que lo hizo otra empleada se le puso detrás mirándome con cara de pena y susurrando un "perdón, no pude detenerlo", le hice una mueca de "no importa" y bajé las escaleras poniéndome en frente de él. - Por dios ¿Por qué no contestas, Kibum? ¿Qué te he hecho yo? Sabes que te quiero y quiero lo mejor de ti.

-Necesitaba tiempo. - mentí y Taemin bien que me conocía.

-¿Tiempo? Por favor Kibum, claro, para Minho sí que no necesitas tiemp...

-Bueno ¿A qué viniste? ¿A entrometerte en mi vida o a querer saber cómo estoy? - comencé a levantar el tono de voz, ya me tenía desquiciado esta situación.

-Sabes que me preocupas. - me abrazó de repente y me quedé totalmente paralizado, hace mucho nadie me abrazaba así... como un amigo, sin darme cuenta había necesitado tanto a Taemin. Lo abracé correspondiéndolo y hundí mi rostro en su hombro sin querer derramando más lagrimas estúpidas que no podía controlar.

-¿Por qué no me has llamado, Kibum? He querido saber tanto de ti pero no me dejabas. - me acariciaba la espalda, recorriéndola lentamente de arriba abajo, suprimí un quejido de llanto y él se alejó solo un poco mirándome fijo. - ¿Cómo has estado? - preguntó con voz suave.

-Pésimo diría, estoy haciendo cosas que nunca imaginé hacer... como dedicarme a algo que sabía desde nacimiento que no era para mí.

-¿Y por qué no se lo dices a tu tío?

-Como si fuera tan fácil - suspiré y nos alejamos del todo pasando al comedor para pedirles a las empleadas que nos sirvieran algo para tomar - es difícil... decirle a mi tío que quiero dejar esto, sabiendo que soy el propio hijo.

Adicción enfermiza. [MINKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora