Capítulo 7 migajas de vida.

47 2 0
                                    


Kaia.

―Primero: el sujeto que te atacó hoy es un sirviente de Agatha Leighard, una hechicera perversa, la cual debo eliminar para que no continúen estos crímenes contra la naturaleza. el muchacho es un alma carroñera que se alimenta de carne putrefacta; de hecho el sujeto que asesinó antes que a ti tenía vitalidad que ellos roban para mantenerla viva a la Señora.

«Que extraño es esto»

―Entiendo que aun no te acostumbres a esto pero toma tu tiempo.―agregó.

―Cierto que puedes oir mis pensamientos, lo había olvidado. Pero por favor continúa... 

―Debíamos regresar a mi fuente de energía vital ya que ambos compartimos la misma esencia.

―Detente ahí y explica eso por favor.

―Bueno te traje a la vida ya que moriste; asi que me la debes.

Morí?, pero no vi el túnel y eso que dice todo mundo.

―Tu escencia de vida la robo aquella criatura y se la dará a su jefa.

―¿En serio?―me tomé el tiempo de respirar profundo―Pero... ¿Por qué yo?

―Esto no tiene nada que ver contigo solo estuviste en el lugar y momento equivocado.―bebía su café―Imagino que el sujeto se vió tentado por la oportunidad de tener otra víctima y la aprovechó.

Hubo una corta pausa que preferí aprovechar para cerrar los ojos y manejar mis emociones; había muchas y no quería colapsar.

―Entiendo que debes regresar a tu hogar pero al menos una vez al día debes acudir aquí para que tu cuerpo no se deteriore de manera acelerada.

―¿Por cuanto tiempo debo hacer eso?

―Niña, moriste. Ya no regresas desde donde te encuentras ahora.

―¿Tendré que vivir asi toda mi vida?―mi cuerpo se puso erguido.  

―No, solo en lo que te desligas del mundo para luego vivir aquí.

―¿QUÉ?―Creo que estoy al borde del colapso.

«No puedo estar muerta; qué pasará con papá y mamá. Si supieran lo que esta pasando quedarán destrozados. Debería decirles?»

―... Estas bien?―soltó él.

―No!―exclamé. 

―Estas algo aturdida pero debes calmarte o tu cuerpo no va a resistirlo―y continuó―Tu fuente de poder es este bosque, si permaneces mucho tiempo lejos comenzaras a marchitarte cual ramo de flores sin agua.

―¿Cómo recupero mi vida?; debe haber algo que podamos hacer para ello, siempre lo hay.―solté optimista.

―Me temo que no es tan sencillo.

―¿Por qué?

―Ella ya debe haber ingerido tu vitalidad así que para recuperarla, ella debería morir y...

―Entonces matala; eres un hechicero de 800 años, por Dios santo, seguro podrás destruirla en dos zip zaps.―hice gestos con la mano como si en ella hubiera una varita.

El Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora