Kaia, una muchacha de 17 años la cual se enfrenta con un destino trajico que la coloca en un mundo que esta en medio de lo que es real y lo que no. Tendrá que luchar para elegir su destino; el de regresar a su hogar o quedarse en El otro lado.
Sus rostros reflejaban tristeza y frustración al tiempo que nos dirigimos hacia los sillones para poder explicar más cómodamente lo que estaba sucediendo.
―Es muy difícil para mí explicarles esto por que jamás imaginé que me podía suceder algo así...
Una pequeña lágrima recorrió el rostro de él mientras que ella se mantenía con la cabeza agachas sin emitir sonido alguno.
―Quiero que a partir de hoy sean lo más fuertes que puedan por que no va a ser fácil. Juntos deben ser capaces de soportar cualquier situación que se les presenté sin importar lo que suceda.
―Amor, lamento mucho que debas pasar por esto a tan temprana edad pero... verás que todo se va a arreglar...
No podía creer lo que mis oídos estaban escuchando: mamá parecía entender perfectamente lo que estaba sucediendo. En cuanto a papá tenía el rostro rojo, casi pareciendo un tomate, de la furia que se reflejaba.
―... quién es el muchacho?... El que te hizo esto?―soltó él casi refunfuñando.
―... No lo..
«Esperen... a qué se refiere con eso?»
―AUN ERES UNA NIÑA CON UN GRAN FUTURO POR DELANTE... PORQUE NO TUVISTE MÁS CUIDADO? ACASO CREES QUE ESTO SE SOLUCIONARA ASI COMO SI NADA?
―Papá lo siento. De verdad no quería que pasen disgustos por mi causa.
―DIJISTE QUE SABÍAS CUIDARTE SOLA.―Continuó bastante furioso―Y? CUANDO SUCEDIÓ?
―.... El día que falte a la escuela, hace dos días.
―DIME SU NOMBRE, VOY A BUSCARLO... Y LO VOY A ENCONTRAR.
―Papá no es tan sencillo, yo no lo recuerdo bien por que estaba paralizada. Pero...
―¿TE OBLIGO?―me interrumpió.―acaso.. fue... el muchacho de ayer?
―.....PAPÁ NO, EL NO ES QUIEN....
―Voy a asesinarlo.
―Papá no, espera! no es como tú crees.―intente frenarlo―DETENTE AHORA!
Una pausa de segundos hicieron que el lo pensara mejor.
―Primero dejame terminar de explicar.― ya estoy muy débil para mantenerme en pie.―Aguarda un momento...!
Ya me había caído la ficha; su actitud y sus palabras me dieron a entender a qué se refería papá.
―No estoy embarazada si es lo que estabas pensando; de hecho ni siquiera....!―por Dios que vergüenza que esté hablando de esto con mi padre.―No tiene nada que ver con sexo papa!
―¿Entonces qué es?―preguntó mamá mientras posaba su mano sobre el hombro de papá.
―El dia que falte a la escuela no fue por una cita con Marco―incline mi cabeza un poco―mientras caminaba hacia la escuela un loco me apuñaló.
Levante mi blusa un poco para enseñarles la cicatriz.
―Asi que... eras tu.―soltó papá en shock.
―El sujeto que vino ayer me salvó y ahora debo irme con él o mi cuerpo morirá.―se notaba aun el shock en sus rostros.―Estoy bien ahora, pero si no me marcho lo antes posible me iré deteriorando aceleradamente hasta marchitarme; ya no tolero la comida y la medicina no puede hacer nada por que... estoy muerta.
No fue fácil verlo a papá así y a mamá menos; estaba llorando desconsoladamente así que me giré hacia ella y no se me ocurrió mejor idea que abrazarla.
―Mamá no te preocupes, voy a estar bien. Te prometo que voy a hacer todo lo posible para que todo esto de arregle por el bien de todos.
El reloj marcaba las 11 de la noche.
―También hay algo más!―susurre―ya no puedo vivir aquí; de hecho... no regresaré.
Ahora no eran solo lágrimas sino un llanto largo y tendido. Su abrazo era tan cálido que no deseaba soltarlos.
―Saben lo mucho que los amo... lo saben, verdad?
―Y nosotros a ti mi cielo.― respondió ella mientras acariciaba mi cabeza.
―Voy a estar bien, no deben preocuparse por eso. Pero la cuestión es que... No me queda mucho tiempo. De hecho tengo hasta la media noche para despedirme de ustedes.
―Qué es lo que estas....?―soltó él.
―Deben entender que pase lo que pase debo hacerlo para poder estar bien. Debo irme, no puedo permanecer mucho tiempo con ustedes; mi vida depende de ello... literalmente.
―... Porqué mi niña?, ¿Por qué debemos pasar por esto?.
―... Por qué no nos dijiste nada hija? Pudimos haberte ayudado, para eso estamos... Somos una familia, nos apoyamos mutuamente.
Mientras decía esas hermosas palabras, que me hubiera encantado oír en cuanto regrese del callejón, me tomó las manos y las besó tan tiernamente que parecía que no iba a soltarlas.
―Soy feliz! Gracias a ambos por eso...
El silencio invadió cada rincón de la casa provocando que sólo nos concentremos en nosotros tres pero el mismo no duró mucho hasta que el sonido que hacía el segundero del reloj colgado en la pared a mi derecha resonara cual eco en un abismo profundo. De pronto una pequeña brisa se paseó por nuestros cuerpos dándome una sensación familiar.
Así de repente las luces fallaban y, a unos cuantos centímetros, una explosión de aire apareció; de ella la figura de una persona que no me tomó mucho tiempo reconocer.
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Se empieza a poner más intenso... Lógico que Marco tiene los ojos oscuros pero me gustó mucho esa imagen ilustrativa así que la dejé. Espero les guste.
