Capítulo 10

44 2 0
                                    


Kaia

Entré por fin a casa; papá estaba sentado en el sillón viendo televisión y mamá preparaba la cena.

―Buenas noches, llegué...

Él se levantó y giró a verme preocupado.

―Estas bien?, estuvimos muy preocupados.

―Por qué, qué sucede...?

―Llamé a tu escuela hoy y dijeron que no asististe a clases... Explicamelo ya!

«Oh no, y ahora qué hago?»

En ese instante las palabras salieron de mi boca como agua..

―Fui de compras!―me puse nerviosa y termine diciendo la verdad. Tengo que arreglarlo ya antes de que termine contandoles todo.―...con alguien.

«Qué? Porqué dije eso?...»

―Alguien...?―soltó papá.

―Si, alguien.―respondí firme mientras me deshacía de mi bolso. Ahí llevaba la evidencia así que debía despistarlos.

―Y ese alguien... tiene nombre?―preguntó mamá picara.

Noté que no es necesario mentirles, simplemente puedo disfrazar lo que sucedió.

―Marco, Sa...

Santos cielos, no recordaba el apellido. ¿Qué hago?

«Samaritano»

Oí la voz de Marco en mi mente .

―Sa...maritano.

―Qué clase de nombre es ese?―soltó papá.―Y.. por él no fuiste a la escuela?

―Si, de hecho tuvimos una cita.―Ya valí ve***

―Una cita!― acentia él―Y se puede saber desde cuando haces estas cosas de delincuente?

―Ay cielo―intervino mamá divertida―Cuántas veces nos fuimos de pinta juntos para...

Papá colocó rápidamente su mano sobre la boca de ella para evitar que continuara hablando.

―No es contigo la conversación, por favor continua con la cena.

―Ok―sonreí―si te deja más tranquilo saber esto... No hicimos eso que tú y mamá.

Pude ver el rubor recorrer todo su rostro al tiempo que mantenia su expresion de enojo.

―Cuando hable a tu escuela y no estabas ahí, mande a un cadete a seguirte.

―¿Por qué hiciste eso papá?―si, está loco. Habrá visto que me fui al bosque con Marco.

―Mi cabo te siguió hasta que tu y ese muchacho salieron del café juntos pero luego de eso los perdió. De hecho no supo explicarme como lo hicieron; fue como si se hubieran desvanecido en el aire.

―Estas loco, ¿sabias?―solté seria.

―¿Donde estuvieron?.

―No hicimos nada malo papá, además... voy a salir con él a partir de ahora. Espero puedas aceptarlo.

―Jovencita, no vas a hablarme así.―me señalo con el dedo índice.

―Déjenme salir con él, prometo portarme bien―supliqué.

Luego de eso mamá se acercó hacia él y lo miró fijo a los ojos. 

―Termina ya con ésto por Dios Santo, tambien hemos sido jovenes que rompían reglas. Si nuestra hija hara lo mismo al menos espero estar al tanto y no que lo haga a muestras espaldas.

El Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora