Capítulo 13

39 3 0
                                    


Kaia:


Abrí los ojos y desconozco el lugar donde me encuentro. Todo está oscuro, vacío y frío. Estoy descalza, con un simple vestido blanco parada bajo una diminuta luz celeste que ilumina poco más de lo que mis ojos llegan a distinguir alrededor.

«Qué es este lugar?»

A lo lejos se aclaró la imagen de un muchacho de estatura media, morocho y de ropas medievales que está sobre la rama de un árbol. El observa a una jovencita que lee un libro bajo el mismo, vestida con un hermoso vestido rojo, botas y sombrero con flores. De pronto todo volvió a ser oscuro; miro a mi alrededor y no veo nada más que vacío. Vuelvo a visar al muchacho pero ahora es más alto y fornido; está sentado sobre una roca y a su lado la muchacha de antes pero más esbelta. Ella tiene un libro en su mano derecha y parece no permitir que nadie pueda tocarlo o verlo si quiera, pero se lo entrega al muchacho casi vigilando que no haya nadie alrededor y se alejó. Él se quedó sosteniéndolo contra su pecho, y la vio marcharse. Así sin más nuevamente todo se puso negro, ausente y frío.

«¿Cómo haré para salir de aquí?»

Segundos más tardes pude captar una pequeña luz cálida anaranjada a lo lejos; me acerqué muy suavemente y con cada paso que daba podía verse claramente que era una casa en llamas. Oía gritos de ayuda pero no veía nada hacia adentro. Entré y el fuego no me quemaba; caminé unos cuantos pasos y subí las escaleras. La muchach estaba atrapada en una habitación, no podía salir. La voz no sale de mi garganta y no puedo gritar por ayuda; mi desesperación se incrementa con cada grito agónico de la pobre prisionera.

«¿Por qué no puedo ayudarla? Quiero abrir la puerta pero mis brazos no la mueven ni un centímetro»

El muchacho aparece detrás mío tan bruscamente que no tuve tiempo de moverme y quitarme del medio antes de que derribar la puerta de una patada. Creí que me iba a lastimar pero sólo me atravesó, como si yo fuese un fantasma. El la tomó en sus brazos e intentó sacarla afuera pero las llamas consumían la casa a una velocidad increíble. Comencé a alejarme muy rápidamente, arrastrada por algo y mientras lo hacía la casa cayó; así sin más.

Desperté en la sala de un hospital y mamá lloraba a mi lado; no entiendo qué fue lo que pasó o cómo llegué aquí pero siento como si no debería estar ahí.

―Mi niña despertaste, Cómo te sientes?

―Bien, mamá qué sucedió? Y... papá?

―Está hablando con los doctores, ya no debe tardar.

―Mamá.... qué pasa? Por qué estás llorando?

―No es nada mi niña, descansa. Yo te avisaré cuando venga papá!

Me recoste viéndola a los ojos bastante insatisfecha con su respuesta y cerré mis ojos. En cuanto lo hice automáticamente la imagen de Marco ocupó mi mente; estuve soñando todo este tiempo y el muchacho de mi sueño era él; pero la muchacha que estaba con él seguía siendo un misterio.

«Marco... estás ahí?»
.
.
.

«Tuve un sueño muy extraño contigo y... alguien más»
.
.
.

«Marco se que me oyes por favor di algo!»
.
.
.

«Debes venir conmigo o no podrás seguir viviendo»

«¿Aún estás enojado por lo de...»

«Si no vienes, mi vida regresará automáticamente a mi cuerpo y tu no serás más que un envase vacío »

«¿Pero por qué esa repentina actitud?»

«Si sigues alejada de mí voy a debilitarme y moriremos juntos... por eso es que debes olvidarte de tu vida ahí, jamás volverá a ser como antes»

«Pero dijiste que podía...»

«Jamás podrás recuperar tu vida. Ya moriste, es hora de que me retribuyas el favor y te quedes cerca mío si quieres seguir viviendo»

Mis ojos aún cerrados comenzaron a expulsar pequeñas lágrimas que parecían puñaladas al alma.

«Tienes hasta medianoche noche para despedirte»

Me enderecé y le pedí a mamá que llamé a papá para hablar con ambos y tratar de prepararlos para lo que se viene. Papá llegó con uno de los doctores y los tres rodearon la cama. El doctor comenzó a corroborar las máquinas a las que estaba conectada y su expresión fue buena.

―Veo que todo está normal, creo que si descansas un poco más podrás volver a casa.

―De verdad lo cree?―pregunté con algo de sarcasmo.

―Bueno eso depende mucho de ti.

―Quiero ir y estar con ellos.― solté mientras los observaba de manera tierna.

―Bien, voy a dar mi ronda y luego regreso a hacerte un control; y si ya estás bien te firmaré los papeles del alta. Hasta luego.

―Gracias Doctor.―dijo papá y despacho al mismo―Cariño cómo te sientes?

―Mejor, me siento fresca. Creo que el estrés me jugó una mala pasada. 

―.. a todos!

―Qué hora es?

―Las 15:30, por?

―Porque justo ahora me dieron ganas de ir al cine.

―Creo que mejor otro día, por ahora a descansar.

―Papá, si me dan el alta podremos ir al cine y a comer también.

―No lo se...

―Por favor! Es importante para mi hacerlo hoy...

―Cielo, podemos hacerlo el fin de semana!

―No, Debemos hacerlo ahora...

―... ¿Por qué tanta urgencia?

―Quiero pasar el mayor tiempo posible con ustedes...

.
.
.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Espero les vaya gustando la historia.

July♡

.

El Otro LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora