-Lexa!!! –desperté asustada, otra noche más en la que volví a soñar con su muerte, con el día en el que al hacerla mía, por primera vez me sentí viva, como si estuviera en un sueño donde solo existíamos ella y yo. Un sueño que me fue arrebatado y que sin darme cuenta como, acabó llevándose consigo a lo único bueno que tenía.
Salgo de mi cuarto y me dirijo al comedor, al llegar tomo un vaso con al parecer café y me siento junto a Murphy quien al verme me hace una señal de saludo.
-haz visto a raven? –le pregunto-
-si, estuvo hace unos minutos aquí, dijo que debía reparar unas cosas.
-ahh... sabes a que hora parten a buscar a Octavia?
-pues... ya debieran haber salido
-QUE!!? Mierda..-tomo el ultimo sorbo de café y salgo casi corriendo del comedor, veo 2 autos saliendo del arka, corro hacia el establo y me monto sobre un caballo, estoy llegando a la puerta de salida cuando un soldado me bloquea la pasada.- MUEVETE. –le grito, el solo me apunta con el arma. –QUE TE MUEVAS O TE PASO CON CABALLO Y TODO POR ARRIBA.- le vuelvo a gritar...
-Déjenla irse..-grita mi madre quien viene corriendo hacia nosotros-
-El canciller kane nos dijo que....-hablo el soldado-
-No me importa lo que les haya dicho, déjenla irse, yo luego hablo con el canciller kane –responde mi madre y se gira para hablarme a mi- Clarke... recuerda lo que hablamos, ahora vete para que no quedes tan atrás.
El soldado se aparta y aprieto las riendas de mi caballo, este comienza a correr y en un par de minutos ya estoy lejos del arka. Intento seguir las huellas de las llantas del vehículo pero llega un momento en el cual ya no hay, me detengo y agudizo el oído para ver si escucho algo, ya sea el sonido de gente o de algún auto, no pueden estar tan lejos, mierda.
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Sigo cabalgando y ni cuenta me doy de hacia dónde, sé que ya han pasado unas horas porque el estómago me ruje y siento una sed tremenda. Intento visualizar donde estoy y solo veo árboles. A lo lejos logro escuchar el sonido de al parecer un rio, me dirijo rápido hacia allí, bajo del caballo y le amarro las riendas a un árbol para que este no se arranque. Me acerco al agua y sumerjo mis manos en ella, estoy muy sedienta y el agua se ve bastante cristalina por lo que me atrevo a tomar un sorbo, voy acercando un poco de agua a mi boca cuando.
-Yo no haría eso. –me dice una voz, me doy vuelta y logro ver un tipo de barba larga y vestido con pieles.-
-Tú quién eres? –le respondo algo alarmada, me topo la chaqueta intentando buscar mi arma, pero recuerdo que la deje en el caballo, mierda.
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