Capítulo 10

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Izzy.

La voz de Emma me saca de mis pensamientos por un momento, y veo como la pequeña niña me tira de la mano más de una vez mientras va saltando al mismo tiempo por el camino.

- Izzy, jo, no me estás haciendo caso. -pone unos pucheros adorables al decir esta frase, los mismos que me han convencido minutos antes para acceder a ir a su casa, no sin estar muy del todo convencida de que sea una buena idea.

- Lo siento, pequeña, supongo que hoy estoy un poco en mis nubes de arco iris, ¿eh? - intento mostrarle una sonrisa fracasando un poco en el intento, sin embargo ella acaba sonriendo, una sonrisa mucho más grande que la mía por supuesto.

- ¿Nubes de arco iris? ¿Qué eres? ¿Un unicornio?

Me doy la vuelta un momento mirando a Ricky, una expresión de burla en su rostro mientras pasa el cigarrillo de entre sus labios a sus dedos, sujetándolo al echar el humo. Frunzo el ceño y suspiro pesadamente, a punto de contestarle a su comentario sarcástico.

- ¡Sí! ¡Es un unicornio! - grita de repente Emma y empieza a saltar en el sitio. - Sé mi unicornio, Izzy.

De alguna manera estira los brazos y doy por sentado que quiere que la coja o algo así, pero la mueca que reflejo en mi cara de inmediato con tan sólo pensar en el dolor de cuerpo que me supondría eso por los golpes le borra la sonrisa de la cara.

- Está bien si no quieres... - baja la voz despacio y noto como va soltando mi mano.

- Oh ¡no! -niego varias veces sin haber querido herir sus sentimientos de esa manera- no no no, está bien -me paso la mano por el pelo un momento y le echo una ojeada a Ricky, que me está mirando de alguna manera expectante- solo estaba pensando que tu hermano se burla de que soy un unicornio, pero... -me agacho un poco delante de ella llegando a su altura y coloco mi mano al lado de mi boca, como queriendo ocultar lo que quiero decir- en realidad él es un dragón -susurro lo más bajo que puedo- ¿no lo ves? Siempre anda echando humo.

Escucho como la risa de Emma se potencia y no puedo evitar reírme yo también, sobretodo por el hecho de que Ricky nos está mirando ahora tras haber tirado su cigarrillo al suelo, con el ceño fruncido y al parecer no muy contento.

- ¿Qué es tan gracioso?

Me levanto de nuevo y le tomo la mano a Emma, caminando de nuevo mientras veo como él mete las manos en los bolsillos de su chaqueta siguiéndonos un poco más adelante.

- Tú no, por supuesto. - sonrío reflejando una pequeña risa por el camino. De alguna manera picarle me divierte.

- Ya te gustaría tener mi sentido del humor. Pero qué va a saber una adolescente que se cree unicornio sobre eso.

Alzo mis cejas y abro la boca para protestar pero Emma me tira un poco de la manga de mi jersey interrumpiendo de nuevo.

- ¿Vas a ser mi unicornio ahora?

La miro y esta vez trato de no poner ninguna cara extraña, al parecer no se le ha quitado la idea de llevarla sobre mis hombros.

Asiento rendida antes sus pequeños encantos, de todas formas siempre he querido tener una hermana pequeña y ella es lo más parecido a eso.
Me agacho delante colocándome en cuclillas y coloco mis manos detrás de mi espalda como base para que se suba a mí. En menos de un segundo noto como el dolor recorre mi cuerpo al sentir su peso sobre mi espalda y sus manos en mis hombros. Inspiro muy hondo por un momento aguantando el dolor y aprieto mis dientes al incorporarme de pie de nuevo.

- Pesas mucho, ¿eh? - trato de bromear evitando que el dolor se refleje en mi cara.

- Llevo una dieta sana y equilibrada a base de Desayuno a lo Ricky.

Can you feel my heart?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora