Sólo dos palabras 2 [Shameron]

5# Necesitas mi ayuda

No sabia como reccionar. Nos quedamos mirando un rato hasta que el apartó la vista llevándose el puño de la manga a los ojos. Se levantó y se marchó corriendo. Tardé unos segundos en reaccionar y en salir corriendo detrás de él. No lo daba alcanzado. Entramos en una del parque con bastante arboleda. Empecé a mirar de un lado a otro, lo había perdido. Empecé a gritar su nombre mientras corría en todas direcciones. Decidí salir de aquella zona por el puente que atravesaba el río. Allí estaba él. Sentado en la barandilla. Se giró y me miró, luego volvió a mirar a la caída hasta el río.

-Hayes, baja de ahí por favor. Hablemos de esto.-

-No Shawn, tú no me entiendes. No sabes lo que he pasado. No sabes nada sobre mí.-

-Nada se arregla así. Y lo sabes.-

-Ahora mismo es lo mejor.-

Me acercaba poco a poco más a él. Quería intentar sacarlo de ahí.

-Shawn, no te acerques. Déjame acabar con ésto por favor. Necesito respirar un poco tranquilo por última vez.-

-No tiene por qué ser la última vez. En serio. Confía en mí. Podemos arreglarlo o al menos intentarlo, te ayudaré en lo que pueda.-

Sonrió aún con lágrimas en los ojos y asintió. Me acerqué para ayudarlo a volver al puente cuando derrepente resbaló. Me estiré cogiéndole de la muñeca rápidamente. Me quedé con un brazo agarrado a la barandilla y con el otro a Hayes con los pies hacia el abismo.

-¡Hayes escucha, agárrate de mis tobillos, yo me sujetaré de la barandilla. Quiero que trepes por mí hasta llegar arriba!-

Hayes se agarró de mis piernas y empezó a trepar por mi espalda. Me agarré de la barandilla con todas mis fuerzas. Y una vez que Hayes subió, lo hice yo. Ambos nos tiramos en el suelo boca arriba aún con los nervios y el corazón acelerado.

-No... no me des más estos sustos, ¿vale?- Asintió.

Al rato nos levantamos.

-Es hora de que volvamos a casa.-

-Por favor, no digas nada de lo que ha pasado.-

-Ya hablaremos en casa.-

En el camino de vuelta no articulamos palabra ninguna.

Al llegar a casa nos sentamos en el sofá. Y me coloqué mirando hacia él.

-¿Qué me tienes que contar Hayes?-

-...-

-Empecemos por lo de querer tirarse. ¿A qué vino eso?-

-Verás... El año pasado, en una comida familiar, Nash nos habló sobre su gusto por los chicos. Mi padre no se lo tomó demasiado bien. A mi ya me gustaban los chicos de esa, bueno, desde siempre pero nunca lo dije ni me planteé decirlo. Esa noche mi padre explotó...

*Flashback*

-¡ME NIEGO A QUE NO LO ACEPTES PAPÁ!- dijo Nash dando un golpe contra la mesa.

-No acepto el que te gusten otros hombre, siempre has salido con mujeres, qué clase de tontería es esta. ¿Es otra de esas modas?-

-¡No papá! ¡Me gustan los hombres como me gustan las mujeres, y eso no lo eliges tú!-

-Haz el favor de salir de esta casa. No aceptaré a nadie como tú aquí. Yo he criado a un hombre, no a un maricón.-

Nash se levantó de la mesa bruscamente. Cogió su chaqueta y tirando las llaves de casa al suelo, cerró dando un portazo. Nadie articulaba palabra en la mesa.

-Menos mal que me quedas tu Hayes, tú eres el hombre de la familia. No como el invertido de tu hermano. Qué clase de hombre no come carne y menos le gustan otros hombres. Si no fuese por ti, hubiese perdido la esperanza en esta familia.

No pude articular palabra ninguna, simplemente me fui a mi cuarto y me tumbé encima de mi cama a pensar sobre lo que había pasado.

***

No tenía palabras para lo que me acababa de contar. Solo me limité a entregarle un paquete de pañuelos para que se secase las lágrimas.

-Y por eso no puedo dejar que mi padre se entere de ésto...-

-Yo... no se que decir... ¿Y respecto a... a lo del beso?-

-...- volvió a agachar la cabeza.

-No puedo hacer nada si no hablas conmigo.-

-El caso... es que desde que eres famoso pues he visto muchos videos donde salías tú y he acabado por enamorarme... enamorarme de ti. Y... no sabia como decírtelo... lo que pasó fue... fue solo un impulso.-