tú.

99 10 0
                                    

Comía chocolates para que se me quitara un poquito el sabor a tabaco que tenía de tus besos y del cigarrillo amargo.

Llegaba a mi casa, con flores, poemas y esas canciones que me hacías, tarareándola, volando entre las nubes de mi habitación y oliendo esa camisa tuya favorita que habías roto, la que ahora se habia convertido en mi camisa favorita.

Llegaba a mi casa, con flores, poemas y esas canciones que me hacías, tarareándola, volando entre las nubes de mi habitación y oliendo esa camisa tuya favorita que habías roto, la que ahora se habia convertido en mi camisa favorita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Escuchaba tus canciones y resonaban más en mi corazón que en mi oidos y me decía "mierda, me he enamorado de él".

Al estar contigo, me perdía en el limbo de tu mirada y en el de seguir viva, porque estaba asujetada a la pequeña cuerda de tus dedos. Eras tú quien me permanecia de pie, y mierda que bien lo hacías.

Tus drogas, tus cervezas y aquellos cigarrillos de tarde, se volvieron tu vicio, a pesar de que me volviste adicta a ellos, no te diste cuenta que mi único más grande vicio eras tú.

Embriágate de recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora