Kai pasó un par de horas explicando a Emma desde el principio lo que su madre y su abuela habían tratado de contarle miles de veces desde que era pequeña. En aquella época, se divertía escuchando los "cuentos" de su abuela, pero al crecer empezó a encontrarlos absurdos. No sólo eso, sino que pensaba que era un insulto a su inteligencia que siguieran intentando convencerla de que todo era cierto. Había sido una necia. En ese instante, la culpa la golpeó como un mazo por las últimas palabras que había dicho a su madre. Había sido cruel a propósito, intentando herirla para que desistiera de sus intentos de adoctrinarla y convertirla en una loca más, como ellas, pero la realidad era más humillante: se había dejado adoctrinar por la sociedad. Sintió un escalofrío cuando un pensamiento cruzó su mente. ¿Y si no volvía a ver a su madre y a su abuela? ¿Serían esas las últimas palabras que se dirían?
—Niña, ¿estás prestando atención? —reclamó Kai, sacándola de su trascendental momento de realización y arrepentimiento.
—¡Sí! —respondió con un sobresalto.
El pequeño hombrecillo negó con la cabeza hastiado. Enseñar a esa muchacha estaba siendo más pesado de lo que había pensado.
Según Kai, la Tierra, o Midos, como él la llamaba, y Koh, eran sólo dos de los cinco reinos del universo elemental. Cada uno tenía diferentes virtudes y peculiaridades. Le habló de una tierra que estaba habitada por gigantes de más de tres metros, otra en la que los habitantes podían volar y vivían en islas flotantes y también otra, de la cual provenía Glynn, donde existía una gran estirpe de hechiceros poderosos, que se decía, descendían de la diosa Elvia.
—Pero exactamente... ¿Qué es eso de la Dévola y qué tiene que ver conmigo? —preguntó Emma sintiendo que sus dudas existenciales seguían revoloteando por su mente.
Kai se palmeó la cara irritado. Empezaba a desconfiar que tal vez Emma no era quien creía que era. ¿Cómo podría una portadora ser tan ignorante?
—La Dévola es una gema mística. La gema mística más poderosa de todas.
—¿Y tú crees que la tengo yo?
—¿Cómo podrías tenerla tú sin saber si la tienes? La Dévola es la fuente del poder más puro que existe en los cinco reinos, imbuida con la fuerza de los fundadores. Quien la posea, por derecho, reinará sobre todos los reinos con poder y grandeza. Es obvio que tú no la tienes, aunque puede que tengas la capacidad de contener las gemas en tu interior...
Kai frunció el ceño con disgusto. Si era cierto que Emma era una portadora, tenía un grave problema. A simple vista parecía una muchacha débil y atontada. Si alguna vez tuviera que enfrentarse a Glynn, la barrería de la faz de los reinos con un soplido. Imposible. Se negaba en rotundo a dejar la salvación de los reinos en manos de aquella inconsciente.
Existía una profecía. El anciano Katven, un ser misterioso y enigmático que había existido desde la fundación de los mundos, la había visto. Profetizó el primer y segundo alzamiento de Glynn, al igual que su caída a manos de un formidable guerrero, portador de la Dévola.
Al conocer estas profecías, el plan inicial fue evitar que Glynn se hiciera con el poder, pero la difícil oposición que ella recibió por parte de todos fue lo que le dio la determinación de lograr alzarse. ¿No lo habría hecho si no hubieran intentado detenerla? Es probable, pero los hilos del destino son forjados y difícilmente refutados y eso fue algo que el consejo de los cinco reinos aprendió pagándolo con la muerte de millones.
Todos creyeron estar preparados para combatir a Glynn y evitar que tomara el poder, pero nada fue suficiente contra su inmensa potestad, multiplicada por las gemas místicas. Una vez que consiguió el mando, Glynn se encargó de eliminar deliberadamente a cualquier enemigo potencial que ella considerase una amenaza. Entre otros, acabó con casi todos los habitantes de los reinos que tuvieran la capacidad de portar gemas en su interior, es decir, los portadores. Pero hubo quien consiguió esconderse de su ojo escrutador y dos de las guardianas de los portales lograron sobrevivir. Ellas, ayudadas por Kai y Jutin, huyeron y se escondieron en Midos, sellando la puerta tras de sí y, de ese modo, jamás volverían a Koh.
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Emma y las Crónicas de Koh
FantasyEmma, una joven introvertida que lucha por conectar con los demás, experimenta un giro radical en su vida el día de su cumpleaños. Un misterioso poder despierta dentro de ella, transportándola a un mundo mágico lleno de criaturas fantásticas y pelig...