Capítulo 5

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Me dirigía hacia la cafetería pero una mano en mi brazo me impidió seguir caminando.

-Se te está haciendo costumbre no dejarme caminar idiota -digo mirando lo.

-Nena, mi nombre es Matt, no idiota -aclara.

-Ya, pero tienes cara de llamarte idiota -le suelto así de simple.

-Bueno yo sé que te llamas Alice -se pone delante de mi -y desde hace unos minutos, también se que eres boxeadora -me mira de arriba a bajo -una muy buena boxeadora -le doy un golpe en el hombro.

-Necesitas un babero idiota.

-Para de decirme idiota -refunfuña.

-Yo no te digo idiota, si tú -le señalo -no me dices nena.

-Mierda, me tendré que acostumbrar entonces -sonríe.

-Bueno me voy, que mi barriga reclama un poco de comida -me despido con las manos.

-Espera -me coge del brazo, yo le hago una cara en plan ¿en serio? -te invito yo.

-Bueno, si insistes -retomo mi camino, en dirección a la cafetería -si tardas, no quedará comida.

Después de comer, él me acompañó al edificio de las chicas.

-¿Esta noche tienes planes? -pregunta.

-Sí -respondo.

-Vale, bueno esta noche te mandaré un mensaje para que vengas a una fiesta, por si te aburres -explica y se va a paso ligero.

Abro la puerta y cuando estoy subiendo las escaleras, pienso.

<yo nunca le dí mi número>

Una vez que llegué a la habitación, me fui a ducharme. Cuando terminé, me puse unos tejanos pitillos negros, una blusa azul y las vans negras con azul. Dejé mi cabello suelto y me apliqué un poco de maquillaje. Terminé de arreglarme y llamé a Ian, ya que hoy visitamos a la abuela.

Después de llamar a un taxi, nos dirigimos a la casa de la abuela. Llegamos, le pagamos al taxi dejando le propina, tocamos la puerta y esperamos a que nos abra.

-Hola mis niños -nos saluda la abuela -¿cómo han estado? -nos pregunta mientras nos abraza.

-Hola abuela -respondemos al unísono -estamos bien -respondo por los dos y rompemos el abrazo para poder hablar mejor.

-No ha cambiado nada la casa -informa Ian -sigue igual que antes -escaneamos cada rincón de la casa.

-Vamos a al salon -nos indica que la sigamos -así podemos hablar mejor.

Ian y yo nos sentamos en un sofá mediano y la abuela en una individual, que está al frente nuestro.

-Os he extrañado mucho -dice mientras se le cristalizan los ojos -tantos años sin veros y mirar lo grande que estáis -con un pañuelo se seca las lágrimas -mi niño eres igual que tu padre -lo mira mientras rompe a llorar, nos levantamos y la abrazamos.

-Ya abuela tranquila, no llores por favor -le suplico -me partes el alma viéndote llorar.

-Mi chi... chiquito ahora está en... el cielo -dice llorando, eso provoca que llore.

-Lo siento abuela, fue mi culpa -digo llorando -lo siento abu -lloro descontroladamente -perdoname abu -ella me mira, me coge mi cara entre sus manos y con sus dedos retiran las lagrimas.

-Mi niña no fue tu culpa -me tranquiliza -Richard hizo lo que todo padre haría por sus hijos -nos mira a cada uno -para él era más importante vosotros que él mismo, ustedes eran la luz de sus ojos, sus milagros y sobretodo eran sus amores y desde el cielo él los protegerá -nos dice -aunque no lo veais él os cuida y sé que esta orgulloso de vosotros...

-Lo sabemos abuela -dice Ian -yo también os protegeré, esta vez nada ni nadie me lo impedirá -nos abraza a los dos.

-Bueno mis niños dejemos la tristeza a un lado -nos brinda una pequeña sonrisa -les tengo una buena noticia.

-¿Qué es? -pregunto.

-Vuestro padre os dejó algunos obsequios para ustedes -se para y nos hace una señal para que la sigamos. Se para al frente de una puerta y antes de abrirla nos dice -espero que os guste mis niños -abre la puerta.

-¡No me lo puedo creer! -gritó Ian -esto es demasiado abuela.

-Dios... -susurro -abuela esto es demasiado -digo al ver dos coches, un Porsche Cayenne gris y un Porsche 718 Boxster negro, y dos motos, una Ducati blanca y una Hyosung roja.

-Me pido el coche negro y la moto roja -dice muy rápido.

-Vale -digo simplemente, me giro hacia mi abuela -muchas gracias abuela

Después de una agradable cena, Ian y yo nos dirigimos a la universidad, Ian en su coche y yo en mi moto, y cuando estaba apunto de entrar a la residencia de las chicas mi móvil comienza a vibrar indicándome que me ha llegado un mensaje.

Número desconocido.

<<Hola nena, está noche hay una fiesta en la casa de Dan, el barman del otro día, si quieres te paso a recoger>>

Respondo:

<<No, pasame la dirección que ya voy yo>>

Una vez que envié el mensaje, me mandó la dirección. Me coloqué el casco y me puse en marcha.





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Matt en multimedia.

Gracias por todo chic@s. 

Comenten si os ha gustado y bueno también que voteis hahaha.

Un besote mis amores <3


Adiós.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora