Adiós.

Capítulo 7

Alice

<He besado al idiota, ay no...>

Estaba cerca del estacionamiento de la universidad, cuando veo  dos personas completamentes vestidos de negros, intercambiando se  dos bolsas, entonces apago la moto y me escondo detrás de unos arbustos para que no me vean y poder escuchar lo que hablan.

-Ahí está toda la información que me pidió -es la voz de un chico, no me suena de nada.

-Gracias, eres muy bueno en tu trabajo -la voz es de una mujer -por eso ya sabes cómo serás recompensado -le coloca una mano en el hombro.

-Muchas gracias mi señora -hace una leve inclinación.

<Ni que fuera la reina o algo así>

-Todavía necesito tus servicio -habla -pero esta vez quiero que estés más al pendiente del chico, sobre la chica ya encontré a otro que está más cerca de ella -aclara.

-Vale mi señora ¿eso es todo? -pregunta mientras se guarda algo que le dió ella.

<eso debe ser dinero>

-Sí -con eso finaliza su conversación y cada uno se va a diferente dirección.

Cuando ví que no había nadie, salí de mi escondite y encendí la moto para ir al estacionamiento. Entré a la residencia y me dirigí a mi habitación. Después de coger lo necesario me fui a las duchas de la residencia porque la nuestra se estropeo.

Me estaba duchando cuando veo que las luces empiezan a fallar.

<Miércoles, justo tiene que pasar cuando me estoy enjabonando>

Me quito el jabón lo más rápido que puedo, cojo una toalla y cubro todo mi cuerpo. Empiezo a caminar despacio y a mirar por cada cubículo de duchas.

<Dios esto parece una puta película de terror y ¿ahora qué pasa? ¿sale el asesino con un cuchillo? vaya bobada>

Cuando me doy la vuelta me topé con alguien que tenía la mano levantada con algo.

-¡Ay maría purísima! -grito muy fuerte.

-¿Qué te pasa loca? ¿por qué gritas? -me pregunta la muy hija de su mamá, Sara.

-¿Cómo qué por qué grito? -le pregunto enfadada -¿te parece normal asustar me? -le vuelvo a preguntar -no sabes que cuando una persona se está duchando en un lugar que no hay nadie, que después se enciendan y se apaguen las luces, salir para mirar si hay alguien y cuando te quieres girar para largarte, de pronto se aparezca alguien con algo en su mano, como si fuera un cuchillo -le explico -eso da mucho miedo -concluyo.

-¡O por Dios la chica ruda tiene miedo! -se ríe -espera , espera ¿un cuchillo? -pregunta para después echarse a reír como una maniática -eso si ha estado bueno -se sigue riendo -comparar un cuchillo con un pasta de diente -ríe -eso, eso es una tontería -balbucea mientras se coge el estómago.

-¿Oye alguna vez te he dicho que eres fenomenal? -pregunto a lo que ella responde con la cabeza negando -uf que bien, mentir está muy mal -le digo.

Cuando estábamos saliendo de los baños, sentí como si alguien me estuviera vigilando, luego recuerdo que dejé mi neceser en el baño y le digo a Sara que siga, mientras voy al baño. Cuando estaba por entrar escucho a unas chicas hablando, pero solo puede reconocer la voz de una chica.

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Kimberly en multimedia.

Gracias por leer y espero que les guste.

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