Adiós.

Capítulo 21

-¡No te gusto, lo que te gustaría es meterte bajo mis pantalones! –le grito.

-¿Por qué tienes esa imagen de mí?

-Será que cada vez que nos vemos me repites que caeré ante ti y todas esas cosas –le respondo con obviedad. –Mira dejémoslo así, que cada vez que lo hablamos no se aclara nada.

-Hombre que no se aclara nada, porque siempre cambias de tema. Estoy comenzando a creer que le tienes miedo al amor –me río.

-Por favor deja esas babosadas para otra, que esas frases están más pasadas como tu cerebro.

-Eres la única.

-Venga, busca a otro perro para ese hueso –miro el reloj –me tengo que ir –di solo unos pasos, me giré y lo miré a los ojo –mujer sabia, no cree en labia –dicho esto me fui de ahí hacia mi habitación.

Cuando llegué vi a las chicas con los portátiles.

-Tengo una duda –dice Cris –si el director es el hermano de Frederic y tu hermano fue secuestrado por él, entonces el director sabe que tú eres su hermana, es decir que la próxima podrías ser tú.

Eso no lo había pensado.

-Entonces hay que seguir las pistas del director.

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Ian

Me dolía todo el cuerpo, no sé cuánto más podré aguantar.

<<Juro que si salgo mataré al hijo de puta que nos traicionó>>

-El niño ya está despierto –dice el director –que pena que no me pueda divertir contigo un momento –me susurra en el oído –es difícil, al saber que eres una pieza que cuidar –su sarcasmo era notorio.

Me comencé a mover hacia los lados, no quería que me tocara me daba asco.

-Sabes que muy pronto acabarás con una bala entre tus cejas.

-No lo creo, pero antes de probarte a ti, lo haré con tu adorable hermana.

-No te atrevas a tocarla un solo dedo, porque si lo haces te haré comer tu propia mierda, te torturaré el doble haciendo que tu muerta sea la más dolorosa posible.

-No estás ni estarás en condiciones de hacerlo –dice riendo –acabarás igual que tu madre, violada y asesinada.

Ahora si que no entendía nada.

-Pues os estáis equivocando de chico porque mi madre murió en un accidente automovilístico.

-No, el equivocado eres tú –comienza a tocarme –¿sabes por qué? –niego –porque tu marca de nacimiento me lo confirma –termina de romper la camisa que tenía y coge un vidrio del suelo –esta marca –señala la una pequeña mancha en forma de luna en mis costillas de lado derecho –la tiene el traidor de tu padre, y esta –señala otra mancha distorsionada que está en mi brazo izquierdo –la tenía la zorra de tu madre.

-¡No insultes a mis padres cabrón! –le grito con una rabia enorme –respeta los que ya están muertos –se empieza a reír.

-Dirás muerta, porque tu padre está vivo.

-Mi padre murió, yo lo vi con mis propios ojos.

-No querido, el que viste morir no era tu padre –dice con una sonrisa en su cara.

-¡Mentiroso!

-Ese sujeto, era uno de los empleados de mi querido hermano –se sienta en frente de mi –como era que se llamaba –miro al techo –ah sí, Richard, como lo llamabas tú, pero su verdadero nombre era Jason, un sicario que fue enviado a matar a tu madre y a ti, pero el desapareció con el bebé.