Habían pasado los días. Joanna trataba de actuar con normalidad, pero era consciente de que había desencadenado una serie de acontecimientos que había causado con sus actos.
Ramsay se mantenía distante. Pero eso no era el problema. Hacía días que no veía a Mirabelle. Cuando venían a asearla, lo hacía su otra doncella, Thyra. Joanna sospechaba lo que podía haberle ocurrido y se sentía culpable.
Se dirigía al comedor para desayunar con la corte.
Cuando llegó se sentó donde pudo, lejos del asiento de Roose Bolton, donde se sentaba Ramsay en su ausencia.
Pero su intento de no llamar la atención no dio fruto.
-Joanna, no te sientes tan lejos.-Dijo Walta con su chillona voz.-Ponte aquí, conmigo.
Joanna maldijo para sus adentros. Se levantó de donde estaba y se colocó al lado de lady Walda, que a su vez estaba al lado del bastardo.
«Mejor imposible.» Pensó con amargura.
-Buenos días, lady Joanna.-Dijo Ramsay sin mirarla, pero a su vez sonriendo.
Joanna nunca había entendido por qué sonreía siempre.
-Buenos días, lord Ramsay.-Dijo ella sin mirarle tampoco.
Desayunaron prácticamente en silencio. El primero en romper el silencio fue el mismo Ramsay.
-Han llegado noticias del Sur.-Dijo.-El rey Joffrey ha muerto.
Joanna se quedó pasmada. No sabía cómo reaccionar y tampoco si debía intervenir o quedarse callada.
-¿Cómo ha muerto?-Se decidió a preguntar.
-Envenenado. En su banquete de bodas. Los presuntos asesinos son Tyrion Lannister y Sansa Stark. La chica Stark huyó de la capital y el Gnomo ha sido arrestado.
Otra sorpresa.
«Les aplaudo, sinceramente.» Pensó.
-Se lo merecía.-Se le escapó decir en voz alta.
Ramsay apartó la vista de su plato de comida y la miró a ella.
-Sí. La gente que hace cosas malas merece un castigo, ¿no crees?
Jo se dio cuenta de que se refería a ella. Sintió un escalofrío.
En el poco tiempo que llevaba en Fuerte Terror había comprendido ciertas cosas sobre Ramsay.
Una de ellas era que se trataba de persona irascible, cualquier burla podía ofenderle hasta un punto en el que corregirle podía costarle la vida a una persona.
Otra de ellas, que era cruel y no sentía empatía, le daba exactamente igual qué le ocurriera a los demás.
Joanna no dijo nada. Se sentía amenazada pero trataba de disimularlo.
Terminó de desayunar tan rápido como pudo para retirarse.
-Disculpadme, no me encuentro bien.-Dijo mientras se levantaba rápidamente.
Ramsay la miró con ojos inexpresivos mientras se alejaba de la mesa.
Joanna avanzaba a paso rápido para llegar a su habitación, necesitaba ir a un sitio donde se sintiera segura teniendo en cuenta la situación.
Llegó a sus aposentos y se encerró allí. No tenía pensado salir en todo el día.
«Está muy enfadado.» Se temió.
Lo que más lamentaba era que Mirabelle había sufrido las consecuencias, realmente no había hecho nada. Sin embargo, ella había insultado a Ramsay y había enviado una carta dando información de lo que ocurría en Fuerte Terror.
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Cortesía Gélida
FanfictionJoanna Frost se ve obligada a marchar a Fuerte Terror habiendo sido tomada como rehén puesto que lord Bolton no confiaba que su familia permanecería fiel a su casa. Joanna deberá soportar el salvajismo y la iniquidad de Ramsay Nieve, hijo bastardo d...