PROM?

Capítulo Doce.

Había pasado toda la mañana esperando un llamado de Will.
Baje y me encontré a mi hermano sentado en el sofa.
-Hola.
Él levantó la cabeza y me miró, asintió y continuó mirando la tv.
Me senté y comencé a mirar Bob Esponja. No sé por qué pero, amo a la estrella.
- Hoy saldré con Garret, si preguntan, fuimos a entrenar.
Una sonrisa pervertida apareció en mi cara de repente. Él lo notó y comenzó a ruborizarse.
- Ya, no seas pervertida.
- ¿Qué dije?
- Ya sabes... no dijiste nada pero, basta...
Comencé a reir y Jason se ponia cada vez mas nervioso.
- Si no fueras a hacer nada, no te pondrías nervioso.
- No voy a hacer nada, tonta. Déjame en paz. Voy a bañarme.
Subió y yo seguía riendome.
Quedé embobada con el progama. Había leido que los niños quedan estúpidos al verlo pero no me importa.
Mi celular sonó y lo atendí al tercer timbre.
- ¿Hola?
- Hola, Tay.
- ¿Will?-observé la pantalla pero, el número era desconocido.
- Asi es, es el número de casa de mi madre. Paso por ti a las seis. Ponte linda, se que no es trabajo para ti.
Colgó y me dejo con un suspiro en la boca.
Mire la hora inmediatamente. Ya habia transcurrido un poco mas de media hora del mediodía.
Con toda la paz del mundo, fui a cocinar algo.
Con lo que encontré pude hacerme una tortilla.
Lo decoré y en el miniflorero coloqué una margarita.
A veces, me gusta mimarme.
Lo comi despacio, no tenia hambre. La preparación del platillo me la habia quitado.
Cuando acabé, limpie los trastes sucios y subi a darme una ducha.
En cuanto reaccioné ya estaba a una hora de encontrarme con Will.
Tomé un vestido verde pastel y lo combiné con mis zapatos blancos. Bajos, a veces tengo vértigo y no quiero pasar vergüenza.
Bajé y atrás mio estaba mi hermano.
- ¿A donde vas asi vestida?
- ¿Ahora una no se puede vestir formal para barrer?
Puso una cara de pocos amigos y yo le sonreí.
- Ya sabes, voy con Will. ¿No salis con Garret?
- Si, debe estar por llegar.
Sono el timbre y ambos encaramos hacia la puerta.
Abrimos y era mi dulce cuñado.
- Que belleza... -Se quedó boquiabierto- Ah, hola Tay.
Ambos empezaron a reir, los mire mal y me abrazaron en un sandwich. Se despidieron y los vi alejarse.
Cerré y me senté en el sillón. Seguramente tendria bastante tiempo para esperar.
Miraba la hora constantemente. Parecia que el tiempo iba lento y se detenia de vez en cuando.
18:15 hs. Oí el ruido de una bocina.
Me asomé en la ventana y vi a William apoyado sobre el capó de un lamborggini.
Salí y lo saludé, cerré la puerta y guarde las llaves.
- Hola-bese su mejilla-.
- Lo siento, me retrase un poco. Me obligaron a usar este feo auto.
- ¿Feo? Adoraria tener uno así. Pero tengo un patin por ahora.
Él rió y me ayudo a sentarme en el asiento de copiloto.
Viajamos con un silencio agradable. Parece que solo necesitabamos estar juntos para calmarnos. Cada tanto notaba una de sus miradas sobre mi, pero hacía caso omiso. En menos de veinte minutos llegamos a un complejo hermoso.
- ¿Tu madre vive aquí?
- Si, de hecho, esto le pertenece.
Me quedé petrificada, no habia visto tal belleza desde el momento en que conecte mi mirada con la de Will.
Como todo caballero, bajó primero y me tendió su mano al abrir mi puerta.
Realmente creí estar viviendo un sueño. Un magnifico sueño.
Entramos y al parecer el resto de los mortales alli presentes lo noto. Todas las miradas estaban en nosotros.
Mas de cien personas esperado ver nuestros movimientos.
William me condujo hacia una mesa, vacía.
- Wow, esto es hermoso. Falta la alfombra roja y me sentiría como en los grammy -Dije observando cada detalle de esa mansión-.
Al ojiazul se le escao una linda sonrisa.
-¿Quieres conocer personas o mi habitación?
-Hacer amigos suena bien -él se levantó y me tendio su mano - pero conocer tu habitación, suena aún mejor.
Sonrió y me condujo hasta las escaleras. Fuimos subiendo despacio, no había prisa. Pero además, tenia miedo de resbalar y caer.
Llegamos a un largo pasillo, habria doce habitaciones.
-¿Cual crees que es la mia?
-La última.
No dude, algo me decía que debía entrar en esa ultima habitación.
-Casi, pero no.
Llegamos a la ante última y el abrió la puerta.
Tenia una cama grande, escritorio y varios cuadros.
Todo muy pulcro y ordenado.
-¿Nunca estás aquí, verdad?
-Claro que no, nadie querria vivir aquí.
Bajamos y los camareros nos indicaron un lugar en la mesa. Pronto la comida llego y nosotros nos enfocamos en hablar de otras cosas.
-¿Juegan mañana?
-Que chica mas despistada, comenzaron las vacaciones.
-Oh, claro. El receso de invierno.
-Pero si tenemos reunión, con los demás que promocionen.
Tendriamos que arreglar la decoración y el tema de la invitación por parte del grupo femenino. La publicidad del evento saldrá luego de estas pequeñas vacaciones.
_Y dime, William, cuál es la razon por la cual no te encuentras viviendo junto a tu madre en este palacio.
_A decir verdad, mi querida Taylor, no deseaba compartir mi aburrida e incomprendida vida con estos-hizo un ademán con la cabeza señalando a los invitados.
_Pero... ¿Nunca quisiste una vida asi?
_Claro que no, al verlos, aprecio mucho mas lanvida que llevo.
Continuamos con la cena para relajar el ambiente.
Despues de media hora riendo de las personas junto al ojiazul, los camareros retiraron los platos.
Tuvimos un breve instante de paz hasta que el padrastro de Will hizo sonar su copa anunciando un brindis.
_Espero estén pasando una linda noche. Yo la he pasado de maravilla. Brindo ahora por la familia magnifica que consigue y por mi brillante futura esposa.
La madre del ojiazul lloreaba.
Se besaron y todo fue aplausos y euforia, excepto por el chico junto a mi.
_¿No estas emocionado por tu madre?
_Claro que si, adoro qye ella sea feliz... pero nadie puede reemplazar a mi padre.
_Eso es obvio-Sonrei-, jamas nadie ocupara su lugar. De eso tienes que estar seguro.
El se fue acercando y beso la comisura de mis labios. De pronto escuchamos un bullicio a nuestro alrededor.
_Hay otra parejita por aqui...
_Asi es.
_Novios surgiendo...
No podia visualizar a los responsables de esos comentarios ya que mi vergüenza era tal que sentia una fiebre interna increíble.
_Vamos al baño- sugirio Effie, no se cuando habia llegado.
Moje mi frente varias veces tratando de no correr mi maquillaje. Mire mi reflejo en el espejo y note una demacrada chica observandome también.
_Estoy mal... ¿Verdad?
_No... bueno un poquito- rió.
Sacó un poco de maquillaje y me retoco.
_Asi que, ya somos cuñadas..
_No, no, no... solo soy la amiga de tu hermano- dije añorando esa posibilidad de ser algo mas en su vida.
_Tienes que proponerselo, o pasara un siglo hasta que el lo haga.
Asentí y salimos del baño, antes de alejarse me dio una cálida sonrisa.
_¿Amigas, eh?
_Por supuesto. ¿Celoso, Thompson?
_Claro que no.-Mordio su labio.
Iba a intentar hacer lo que Effie me habia dicjo en el baño pero la llegada del postre disipó esa idea.
Comencé a comer pero fui interrumpida por el sonido de mi celular.
_Hola...- hablé un poco despacio para que los presentes no lo notaran.
_Taylor, me han echado de casa. Nuestros padres se enojaron por mi condicion sxual.