Árbol de las estrellas.

Halloween. Primera parte.

Todos.
Emma despierta abrazando a CeCe por la espalda. Se desconcierta, no recuerda mucho de lo que pasó la noche anterior en casa de Katy, ni recuerda a qué hora llegó a su casa. Saca su mano derecha que se encontraba rodeando la cintura de CeCe entre su brazo y el costado lentamente para no despertarla. Se separa y se sienta en la cama para dos personas con sábanas rosas a juego con el resto de su papel tapiz. Espera a que sus ideas se acomoden de nuevo. Observaba todo al rededor de la habitación. Se percata de que había ropa de ambas tirada en el suelo, la blusa blanca de CeCe y sus jeans ajustados color azul claro. Así como sus botas negras. El vestido blanco stapless que llevaba ella anoche, así como sus respectivos brassieres, voltea a ver qué llevaba puesto CeCe, se encontraba con un pantalón y una blusa de pijama rosa de ella, tal vez anoche se la prestó. Ella llevaba puesta solo una blusa de pijama color blanco con dibujos de pandas en ella y su ropa interior.
Se levanta y comienza a caminar en dirección a la ventana que da a la acera, los autos de sus padres no están. Revisa la hora, 6:30 a.m. Ya era tarde.
Despierta a CeCe moviéndole el hombro que, hace unos minutos, se encontraba cerca de su cuerpo. Todo eso le abrumaba la cabeza. CeCe despertó con aspecto adormilado, tenía la cara hinchada y color rojo, se veía linda con ese cabello rizado sujetado en un chongo hasta arriba de su cabeza.
-Siento que el cerebro se me saldrá por los ojos.- le dice a Emma mientras se agarra la cabeza haciendo pucheros.
-Oye, ¿cómo llegamos aquí? La verdad no me acuerdo.-le pregunta.
-Nos trajo Jay.- le respondió.
-¿Él nos trajo? ¿Y el que hacía ahí?- le preguntó sorprendida.
-Tu lo llamaste y no sé que tanto le dijiste pero cuando llegó, estaba muy molesto y me dijo que me viniera contigo, así que... Lo hice, y lo siento por no ponerte el pantalón pero estabas pateándome cuando intenté hacerlo así que lo dejé así, espero que no te moleste.- le explicó.
-No... Está bien... Es solo que... ¿No dije nada más anoche?- le preguntó.
-No, solo cuando hablaste con él, después no hablabas para nada, solo te reías como esquizofrénica.- le respondió.
-Ja ja, qué graciosa.- exclamó.
-Hablo en serio, así te reías.- le dijo.
-Bueno, está bien, le llamaré, espero que no haya dicho nada estúpido.- le dijo buscando su bolso negro donde se encontraba su celular.
-De acuerdo, mientras lo haces yo iré por mi ropa, anoche pasamos a mi casa y traje el uniforme para ir a la escuela hoy.- le dijo.
-De acuerdo.- respondió.
CeCe bajo la escalera y buscaba en la sala su bolso color blanco dónde venía su uniforme, lo encontró recargado en la mesa de centro. Recordaba todo lo que había pasado anoche.
Había estado bebiendo mucho, todos sus nuevos amigos bailaban en el centro de la sala de la casa de Katy. Emma estaba más ebria que todos e invitaba a todo el mundo a bailar. Por más que quisiera haber bailado con ella, se negó. No podía hacerlo en ese estado, se arrepentía de haber pasado la noche ahí, era demasiado el tenerla cerca todo el tiempo.
Toma el bolso y sube las escaleras, la puerta de la habitación estaba entre abierta. Podía escuchar a Emma discutir levemente con Jay.
-Lo siento, te prometo que no volverá a pasar amor.- le decía ella.-Si, si, lo entiendo. Si quieres, ven por mí y aquí hablamos de eso.
-No, mejor en el carro, CeCe está aquí aún.-
-Si, lo siento, pero ni modo que la mande caminando. Ándale amor, por favor.-
-De acuerdo, bye.- exclamó en voz baja antes de terminar la llamada.
-¡CeCe, me meteré a bañar, Jay vendrá por nosotras!, ¿te quieres bañar?- gritó mientras entraba al baño de su habitación. CeCe espero a que ella cerrará la puerta y contesto. -Si, voy después de ti.-

Katy se encontraba caminando a la escuela escuchando música. Mientras caminaba observaba todo a su al rededor, estaba haciendo tiempo para no tener que llegar temprano. Se jugueteaba el cabello que llevaba acomodado en una cola de lado izquierdo. De repente siente como alguien la agarra de los hombros y la empieza a sacudir. Era Nico, ella se quita los audífonos y espera a que el recupere el aliento de nuevo.
Su corazón latía con fuerza ya que había corrido a saludarla desde que la vio.
-Si que sabes hacer sudar a un chico.- exclamó entre exhalaos bruscos.- Te he estado gritando desde el fondo de la calle, como vi que no respondías, corrí hacia ti.
-Lo siento, venía escuchando música- le respondió sería. Había notado que todos sus amigos querían hacerlos hablar estas últimas semanas. Byron decía que tal vez él la ayudaría a sacarse a César de la cabeza, ya que desde aquel beso en su casa, él la había estado ignorando. Se la pasaba con su novia todo el tiempo; de vez en cuando, ella volteaba a mirarlos mientras se abrazaban y el la veía mientras Ivonne miraba al otro lado. Maldito.
-Quería hablar contigo sobre algo.- le dijo mientras comenzaban a seguir su camino.
-¿Sobre que?- le preguntó.
-Sobre la fiesta de mañana en la noche. No sé si Byron te dijo lo de la fiesta para Halloween.- le respondió.
-¿Hablas de la fiesta que organiza cada año y a la cual nosotros hemos ido 2 años seguidos y tú, qué eres el nuevo, apenas se enteró?.- le preguntó sarcásticamente.
-De acuerdo, perdón. Aún sigo tratando de figurarme como se llevan todos ustedes. Parece que nunca hablan frente a la gente pero saben todo el uno del otro. -le dijo.- bueno, de cualquier manera. Quería preguntarte si querías venir... Conmigo. Podríamos elegir disfraces que combinen, podría venir por ti a tu casa y podríamos llegar juntos o podríamos caminar, no lo sé, ¿qué dices?- le preguntó en tono dulce.
-Mira, Nico.. No sé qué decir... Wow.
Es muy tierno de tu parte, pero como ya te dije, nosotros sabemos esto hace meses, entonces... Ya había elegido disfrazases que combinarán para mí y Luna, íbamos a ir juntas ya que ninguna tenía pareja. Ahora yo me sentiría mal diciéndole que voy a ir contigo y dejándola sola a ella.- le respondió.- Ademas, creí que ibas a ir con Byron...
-Wow Wow Wow, regresa, ¿porqué iría con Byron?- le preguntó sorprendido del comentario.
-Pues... Yo pensé... Lo siento, no era mi intención hablar de eso. Es solo que estas últimas semanas se la pasan juntos todo el tiempo mientras salimos todos, entonces creí que se llevaban muy bien.- le respondió.
-De acuerdo, no te preocupes.- le dijo él haciendo una cara de confusión que ponía cuando no entendía en lo absoluto algo.
Continuaron su camino en silencio.
Nico sabía que ella tenía razón. Las últimas semanas se las habían pasado en fiestas todo el tiempo y, aunque ya se había integrado con ellos, siempre estaba con Byron todo el tiempo. Pero él lo hacía reír, con el todo era más divertido, con él se sentía bien. Pero no. Quería invitar a Katy, ese era el plan inicial.
La semana pasada Byron le estaba preguntando si le gustaba alguien mientras esperaban el autobús. Él no sabía que responder, así que le dijo que Katy. Después de pensarlo, tal vez si le gustaba Katy, tal vez eso es lo que quería; lo único que hizo Byron fue decirle que tal vez a ella también le gustara él. Ahora no estaba tan seguro.