"Tu eres mi persona favorita."

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Nico.
Son las 8:00 a.m. Nico se despierta, mira el reloj y ve la hora. Aún le queda tiempo, había quedado de verse con Byron a las 9:00 a.m en el café de la escuela. Se levanta de la cama y lo primero que ve es el espejo, esta despeinado y tenía ojeras en los ojos. Últimamente no había dormido lo suficiente, no tenía playera puesta, se encontraba solo con un pantalón de pijama color azul. Da la vuelta y se mete al baño para bañarse rápido.
Al salir, se encuentra con el aire frío que estaba haciendo últimamente, comienza a vestirse. Se pone unos jeans negros, playera negra y su suéter color gris oscuro con cuello en forma de bufanda de Spiderman. Se pone un poco de colonia y se peina el cabello, se mira una vez más al espejo; no sabía porque se sentía así, últimamente, no podía comer, no podía dormir, no podía hacer nada. Nunca le había pasado algo así, se sentía estúpido.
Había pasado una semana desde el arresto. Su madre había enloquecido cuando se enteró, incluso lo amenazó con mandarlo a Morelia con su papá y a donde su hermana, Paulina, esta apunto de irse a vivir. Él en cambio, se iría a un internado a Veracruz al terminar el año en Julio, aunque ahora se arrepentía de tomar esa decisión han rápido.
La noche anterior, Byron me había llamado llorando diciéndole que odiaba vivir ahí, le dijo que se iba a ir esa misma noche y él intentó tranquilizarlo porque de verdad no quería que se fuera. Lo último que quería era perderlo después de lo mucho que habían pasado en tan poco tiempo; Byron lo hacía sentirse distinto, lo hacía sentir... Especial. Hablaron hasta la madrugada, cuando Byron ya estaba más tranquilo y habían quedado de verse hoy para hablar de ello. Necesitaba asegurarse de que no hiciera nada estúpido y que le quedara claro que siempre estaría para él, incluso cuando supiera la verdad.

Salió de su habitación y bajo las escaleras, todos dormían aún en la casa. Tomó su patineta y salió de ahí.
Se puso los audífonos y comenzó a patinar por toda la calle en dirección a la escuela.
Pasó por el lugar donde había invitado a Katy a la fiesta de Halloween y ella lo había rechazado. Se sentía estúpido por haberlo hecho, en realidad solo lo hizo para ver cómo reaccionaba Byron, a lo que él había reaccionado bien. Recordaba el sentimiento que tenía en Halloween al verlo hablar con Richie, recordaba lo que sintió cuando el prácticamente lo obligó a decirle a Katy algo que no estaba seguro que sentía ese día en la playa.
Llegó a la cafetería donde se supone que se encontraría con Byron. Pasó por la ventana de afuera y lo vio sentado en la barra que daba a la ventana, él recargo la cabeza en la ventana esperando a que lo viera, cuando lo vio, sonrió tiernamente con una sonrisa que le gustaba mucho. Entró y Byron se encontraba ya parado. Llevaba una camisa color rosa y unos jeans azul marino. Se acercó y lo abrazó con fuerza, como lo hacía siempre que se veían o se despedían, le encantaban esos abrazos; no quería soltarlo por nada del mundo, pero tenía que hacerlo, probablemente la gente esté mirando ahora.
-Hola.- le dijo mientras se separaban.
-Hola.- le respondió.
Ahora se sentía bien otra vez, cada vez que se separaban, se sentía como si él tomará una larte suya consigo.
Caminaron hasta el árbol de adentro de la escuela. Se sentaron y estuvieron un momento en silencio. Byron encendió un cigarro y comenzó a fumar. Él desvío la cabeza ya que es asmático y el humo le hacía mucho daño. Él se acostó en sus piernas y Byron comenzó a acariciar su cabello.
-Entonces... Te ibas a ir...- por fin soltó.
-Si, pero ya no....- le respondió Byron
-¿Porqué ya no?.- le preguntó.
-Pues... Tú me dijiste que no lo hiciera.- le dijo.
-Byron, eres la persona más importante en mi vida en este momento y la verdad es que odiaría perderte. En mi corta vida, todos han decidido abandonarme, las personas entran y salen de mi vida sin sentido. No quiero que pase eso contigo también.- le dijo mientras sentía las lágrimas salir de sus ojos. Byron lo abrazo con fuerza.
-Hey Hey, no llores.- le dijo mientras le levantaba la cara y le secaba las lágrimas con los pulgares. Tomaba su cara por las mejillas con las manos y lo veía fijamente.
-Yo nunca te voy a dejar.- le dijo sin dejar de mirarlo. Lo atrajo hacia él y lo abrazó. Él siguió estando así aún sin llorar, sentía que necesitaba el abrazo. Cada vez que se abrazaban sentía como una corriente eléctrica atravesaba sus pechos y los dejaba pegados haciendo casi imposible el que se separaran. 
-Te tengo que decir algo.- le dijo a Byron.
-Vamos, dime.- le pidió.
-Me voy a ir a Veracruz en Julio.- le dijo.
-Por favor no juegues con eso, Nico.-respondió cambiando su tono de voz.
-Lo siento por no decirte antes, es que... Hice los trámites antes de entrar a clases y ahora ya todo está arreglado.- le dijo.
-Yo me voy a quedar por ti.- le respondió Byron.
-Si te hubiera conocido antes, te juro que me hubiera quedado por ti también.- respondió.
-¿Lo dices en serio?.- le preguntó.
-Si, más que seguro.- le contestó.
-Entonces vamos a disfrutar este tiempo que nos queda juntos.- le dijo Byron.
-Si, vamos a disfrutarlo.- le respondió sonriendo.
Byron le dio la vuelta y lo abrazó por la espalda tomando su mano derecha y entrelazando los dedos. Estuvieron así por lo que parecieron horas, era el único lugar donde quería estar ahora. El único momento que quería atesorar en ese lapso de tiempo. Quería disfrutarlo al máximo antes de dejarlo atrás como todo lo demás, quería disfrutarlo al máximo antes de que supiera la verdad.

Árbol de las estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora