"Nada es mejor que una máscara para esconder un secreto".

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Todos.
CeCe y Emma van caminando a la escuela tomadas de la mamo. Emma estaba muy contenta de que a nadie pareciera importarle su relación, si es que ahora podía llamarle así. En realidad ahora nada le importaba, simplemente quería estar con ella todo el tiempo, con nadie más. Desde que habían pasado esa noche en el laboratorio, estaban juntas todo el tiempo. Día y noche se la pasaban juntas, eso la hacía más feliz que nada.
-¿Qué vas a usar para la fiesta de esta noche?- le preguntó a Emma.
-No lo sé, estaba pensando en un vestido corto color rojo con una máscara blanca, como una Caperucita Roja sin capa.- le dijo.
-Ya me está gustando la idea.- respondió sonriéndole.
-¿En serio estamos listas para ir a la fiesta? Ya sabes... ¿Cómo pareja?.- le preguntó.
-Si, o sea, prácticamente ya todos saben, no hace falta que tengamos que explicarlo.- le dice para tranquilizarla. La idea aún le causaba controversia interna debido a que no sabía cuál sería la reacción de los demás. Sabía que si era negativa, no le importaría. No tenía miedo por ella, tenía miedo por Emma. Sabía que ella es la que más sufriría porque, aunque no lo aceptara, le importaba mucho lo que la gente pensara de ella, tenía un carácter muy débil en el que las apariencias lo eran todo para ella. Lo eran para todos, pero para ella en especial.
-Entonces... ¿Quién debe de pasar a recoger a quien?.- le preguntó Emma riendo.
-Supongo que podemos arreglarnos juntas y ya después irnos.- le respondió entre risas.
-Podemos arreglarnos en mi casa.- le dijo.
-Perfecto.- respondió mientras entraban al instituto.

Lola se encontraba llegando al instituto, había venido caminando. Llevaba puestos los tacones negros que llevaba el día que los arrestaron. Recordaba cómo le dolían los pies después de haberlos llevado puestos 3 días seguidos, Byron y Emma le habían prohibido quitárselos, decían que aunque estuvieran en la cárcel, aún tenían algo de estilo. Aún se sentía culpable por lo que había sucedido. Sentía que había arruinado la reputación de sus amigos con lo que habían hecho. Los días anteriores que habían ido a la escuela, los trataban como delincuentes. Les hacían ver cómo culpables, incluso les hacían bromas pesadas y comentarios de mal gusto.
Al entrar se encontró con Jovy a la distancia, se veía igual de guapo que siempre, no habían cruzado palabra desde aquel día en la playa. Muchas cosas pasaron por su cabeza en ese momento, sentía miles de sentimientos quedando expuestos en su interior. Sabía que no podía estar sintiendo algo por él, lo que sí sabía es que le importaba muchísimo y que se preocupaba por él. Tenía que hablarle, era lo único que quería hacer ahora. Era el último día de clases de este año. No podía irse sin hablar con él aunque sea una vez.
Se acercó poco a poco a donde se encontraba mirando la pantalla de su celular.
-Hey.-
-Ah, hola.- respondió él indiferente.
-¿Cómo estás?- preguntó ella.
-Estoy sobrellevando todo...- le respondió.-¿Qué hay de ti?
-Estoy,.. Sobrellevándolo.- respondió imitándolo.
Ambos sonrieron unos segundos. Ninguno de los dos miraba fijamente al otro.
-Y... ¿Vas a ir a la fiesta de esta noche?- le preguntó.
-Aún no lo he decidido.- le respondió.
-Estaba preguntándome si... Decididas ir... Podríamos ir juntos..- le propuso.
Él se quedó en silencio pensando la oferta.
-Lola, en verdad no creo que sea una buena idea, tal vez no es lo mejor para ninguno de los dos en este momento y estoy seguro de que no voy a ir.- le respondió acariciando su cola de caballo sobre su hombro.
-¿Estas seguro?- le preguntó.
-Si, tal vez después pero... Ahora no.- le dijo él.
-De acuerdo.- le respondió ella antes de salir caminando con rapidez al baño de chicas, al llegar, entra en un cubículo los más rápido que puede. Cree haber visto a alguien parada enfrente del espejo. Se recarga en la puerta y comienza a llorar con desesperación en silencio.
-¿Lola? ¿estás bien?.- escucha decir a Katy desde afuera.
Ella se limpia las lágrimas.
-Si.- contesta insegura.
-Lola, déjame entrar, no estás bien,- le pide recargándose en la puerta donde, del otro lado estaba ella.
-Vete, por favor. Quiero estar sola.- le pidió.
-No, tal vez podamos ayudarte. Vamos, déjame entrar.-
Lola abrió la puerta lentamente y se abalanzó rápidamente a abrazarla.
-¿Qué pasa?- le preguntó acariciando su cabeza.
-Es Jovy.- le intentó explicar.
-¿Te hizo algo?- le preguntó.
-No, es que... Creo que me gusta y no quiero.- le respondió ella.
-Es normal que te guste alguien. Tal vez tú también le gustes, sería un idiota si no es así.- le dijo ella.
Ambas continuaron abrazadas platicando sobre lo que había sucedido. Tal vez Katy tenía razón, tal vez debía de contarle cómo se sentía y ver si él se sentía del mismo modo, si quería saberlo, debía averiguarlo antes.

Árbol de las estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora