Los años y el Esclavo

Quiero ser el mismo, pero más adulto

Atinó solo a mirarla, sonreírle y decirle que su compañía era lo único que quería para su cumpleaños. Fue incómodo para él no despegarle la vista, pero para ella fue un gesto que hizo recordarle cómo fue que se conocieron.

-Fiorella, te parece si vamos a mi departamento... Necesito descansar.
-Sí, vamos.
Llegaron al edificio y le dijo Johan "Me siento algo mal. Podemos vernos mañana, no me siento bien"
-Está bien...
-¿Podrás irte sola?
-Me hablas como si fuese una niñita. Recuerda que soy mayor que tú, Johan... Cuídate y nos vemos luego. – Y se retiró dejando peor a Johan: no porque ella se iría sola; sino porque le recordó que ella era mayor que él.
Fue a su cuarto, sacó dos pastillas: Naproxeno Sódico de 500mg y Amoxicilina de 500mg; sentía su garganta algo mal. Tomó agua de la jarra que estaba junto al jarrón de mesa. Pasó ambas pastillas y decidió dormir nuevamente.
Al día siguiente anotó su extraño sueño en una hoja que arrancó de su cuaderno de campo: Su sueño lo llevó a un sitio totalmente oscuro, muerto de hambre vio a lo lejos una manzana en un árbol que llevaba una inscripción: S F U. Corría para alcanzar el fruto que se hacía cada vez más lejano y en un momento se cansó de correr. En ese momento el árbol le dio la manzana a Johan, pero empezó a caer y caer...

Solo se sentó en su cama al terminar de escribir. Se tocaba el rostro, se frotaba los ojos intentando "despertar" de su realidad. La garganta ya había sanado. Faltaban solo dos días para su cumpleaños; que, por lo general y en otros años, salía con su familia, la de su mejor amigo y él a algún sitio a comer algo delicioso. Era tradición de sus familias celebrar los cumpleaños en "El Leñador". Pero, ¿éste año? Y regresó a él la nostalgia.