Capitulo 5: Rapto

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— ¡Príncipe, perdemos la señal! — gritó uno de los programadores del simulador

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— ¡Príncipe, perdemos la señal! — gritó uno de los programadores del simulador. La última imagen que pudimos ver de Ryu fue como se dejaba caer ante Kami para auxiliarlo. Desde ese punto las cosas andaban mal pues nosotros jamás metimos la imagen de Kami al simulador a petición de Ryu.

— ¿Qué sucede? — me acerqué al panel para ver qué era lo que pasaba, pero absolutamente en todos los botones era un descontrol de inestabilidad. Había un gran parpadeo de colores que te mareaba con tan solo mirarlo.

— No lo sabemos, ya había cumplido las 5 pruebas y estábamos a punto de sacarla, pero el simulador falló — me contestó otro. El simulador estaba a punto de colapsar, absolutamente todo el simulador estaba corrupto, imposible de sacar a Ryu. Mis manos comenzaban a sudar el calor a subir por mis mejillas.

— Desconecten el simulador — di la orden.

— Pero Edel... No podemos hacer eso, Ryu entrará en colapso.

— No pedí opiniones ¡Dije que lo desconectaran ya! — le grité sin necesidad alguna. Uno de ellos se levantó abriendo una compuerta en la pared, apagó todos los botones y nos quedamos a oscuras con alarmas de luces rojas y un sonido insoportable.

Volvió a encender las luces, pero nada se encontraba al centro del simulador, no estaba Ryu.

— ¿Dónde está? — pregunté alterado y uno de ellos solo negaron con el rostro.

— El simulador está completamente apagado, debería estar ahí — por fin me contestaron. Abrí la puerta con agresividad entrando al simulador para buscar a Ryu, pero no había rastro de ella ¿Pero qué carajo había pasado?

Los siguientes años -cinco, para ser exactos- fue una búsqueda exhausta por encontrar a Ryu, todos los reyes se habían unido a la búsqueda de Ryu sin éxito alguno. Había desaparecido totalmente del mapa, como si hubiese muerto, aunque nos rehusábamos a creer en ello ¿Qué podía haber pasado con ella?

Grimm había caído en una depresión y obsesión por ella, todos los días desde temprano salía a buscarla con todo su ejército, todos ellos arrastrando los pies del cansancio y aun así no se quejaron en ningún momento pues sabían que era por el bien de nuestro pueblo.

Sorprendentemente Zephyr no había hecho nada al respecto al saber que nuestra princesa había desaparecido, no brindó su ayuda, pero tampoco nos atacó y eso hacía que él fuera el principal sospechoso.

La pequeña que acompañada a Zephyr aquel día se había unido con nosotros, abriendo desgarros por doquier para descubrir en dónde se encontraba Ryu, pero fue inútil.

El Reino también era un caos, todos estaban de luto por la pérdida de su princesa más preciada; Y sus padres, ni hablar. No soportaba estar con la Reina pues está había perdido su delicadeza que había guardado tantos años, con el rostro rojo de tanto llorar y el Rey sin poder soportar el dolor al ver lo que pasaba.

Entre Llamas | Segundo LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora