Anécdota de @Black_Soul_Girl
A mí siempre me viene irregular, pero por suerte me llega a las cuatro o cinco de la mañana.
Bueno, cuestión que ese día estábamos en el colegio y yo estaba súper nerviosa porque tenía miedo de mancharme. Cuando se acabó el primer módulo (dos horas) me puse una campera y fui al baño a revisarme; no tenía nada.
Hasta ahí todo bien, pero la cosa empezó en el tercer módulo. Sentí que me había manchado, así que me até una campera a la cintura y le pedí al profesor permiso de salir.
Pero cuando llegué al baño... ¡No alcanzaba a verme en el maldito espejo! Maldije al que puso el espejo tan alto y comencé a pensar cómo solucionarlo. Entonces se me ocurrió la idea más estúpida de la historia: grabarme el culo con el celular para ver si no tenía nada.
Me metí en uno de los baños e internamente dije:
—Okey (mi nombre), ésta tal vez es la idea más estúpida de la humanidad, pero es para no perder la jodida dignidad.
Lo hice y no vi nada, de modo que salí del baño y, con la campera atada por las dudas, me fui al aula. Una vez ahí, me senté haciendo la campera hacia atrás y seguí prestando atención al profe.
¡Pero no se termina ahí! No, señor.
Cuando tocó el timbre para el recreo, me levanté y... ¡VI UNA MANCHA EN EL BANCO!
Entré en pánico y puse la mochila sobre la mancha, la cual era chiquita y no se notaba, pero era una jodida mancha de sangre. Cuando todos llegaron del recreo, un compañero se quiso sentar en mi banco y yo, ni lenta ni perezosa, FUI COMO ALMA QUE LA LLEVA EL DIABLO A SENTARME ANTES QUE ÉL.
Él me miró raro pero no dijo nada.
La mancha todavía está.
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La Doncella de Rojo
RandomUsted ha recibido una invitación de parte de Andsig4 para continuar el trayecto que inició en Oh, Andrés. Si desea asistir al evento, favor de presionar el botón LEER.