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Cuando estés en tu periodo, para dormir, puedes ponerte un trozo de algodón. No a modo de tampón, sino como una especie de toalla.
Cortas el trozo de algodón de unos 10 centímetros y como dos dedos de ancho. Abre bien las piernas y colócalo sobre la vagina, fijando bien que tape la zona donde sale la sangre. No lo presiones mucho contra tu cuerpo o molestará y hasta dolerá.
Después te pones una toalla normal, como de costumbre, y listo. Cuando lo vas a retirar, simplemente lo envuelves en la toalla y al tacho de basura.
Quizás al principio te resulte incómodo, pero una vez que le encuentres el truco o te acostumbres, ni lo sentirás.
P.D. : recomiendo sólo usarlo mientras duermes, porque a la hora de sentarse el algodón molesta mucho.
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Otra vez (bravo) perdí a la magnífica persona que recomendó esto. Favor de contactarme para mencionarla por aquí.
