"¿Y bien? ¿qué es lo que tengo?" dijo Andrea con un tono de preocupación en su voz, Adriano la miró y le dijo bien claro la palabra que ya ella sabía perfectamente "depresión".
Andrea asintió con la cabeza dando señal de que ya lo sabía desde hace tiempo, pero lo que nunca imaginó es que tuviera que tomar medicamentos. Una caja con preescripción de cuando debía tomar los atidepresivos adornaba ahora la mesita de noche de su habitación, Raquel la miraba con preocupación, "no dejes que esto pueda contigo, vamos saldrás de esta" dijo la chica con media sonrisa en los labios para intentar animar a Andrea, pero esta se sentía muy confundida y con esas dudas acabó por dormirse.
A la mañana siguiente Andrea tomó su primera pastilla a las ocho de la mañana y bajó a la sala para desayunar con las demas, Raquel y ella se sentaron junto a otra chica muy delgada, movía las piernas con nerviosismo y le costaba comer, parecía con miedo cada vez que metia una cucharada de cereales en su boca.
"¿Te pasa algo? preguntó Andrea pero la chica negó con la cabeza y se levantó sin haber acabado su desayuno, Andrea se quedó intrigada y la siguió cuando ella se metió al baño pero no pudo ver mas ya que ella se encerró en uno de los cubículos, por los ruidos que se podían escuchar Andrea intuía que esa chica estaba...¡¿vomitando!?
Andrea golpeó la puerta con todas sus fuerzas para que esa chica parase de hacerlo hasta que la puerta, se abrió.
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Una vida rota
No FicciónLa vida de una niña feliz cambia por completo cuando es abusada sexualmente por su padrastro, cosa que traerá consecuencias inesperadas.