capitulo 2

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Los rayos de sol acariciaron dulcemente mi rostro dormido, abro los ojos lentamente Encontrándome con Pablo recostado en el sillón de enfrente, completamente dormido y despreocupado.

A mi lado estaba Tania y sobre mi un despatarrado niño, mi Bauti, aun dormido plácidamente.

No recuerdo el momento exacto en el que me dormí, ni cuando dejo de sonar aquel golpeteo en la puerta.

¿Que clase de animal llama a una puerta?

Es una buena pregunta que me hiciste en la noche y recuerdo muy bien habértelo dicho. No Se.

Pero sigue siendo una buena pregunta ¿No crees?

Es la pregunta que ronda mi cabeza desde anoche.

Tomo mi móvil y como es de suponerse no hay cobertura, miro la hora y son pasadas las seis am.

Con delicadeza intento pararme sin despertar a nadie, pero fallo, Pablo con una sonrisa me habla.

—Buenos días pequeña, dormiste bien.
¿Te está jodiendo no?
Ya lo creo.

Como si dormir en aquel lugar con mi hermano sobre mi, era la mejor forma de despertar. Igual le contesto.

—Buenos días Pablo... Claro dormí de maravillas—dije sarcástica mientras me sobaba la espalda que por cierto estaba toda contracturada.

—a sido un peligro quedarnos en el bosque anoche... Rodrigo va a matarme—dijo Pablo preocupado.

—creo que lo entenderá Pablo no te preocupes, fue culpa nuestra por arrastrarte hasta aquí—le dije abrazándolo —aparte si no hubieses arreglado la cabaña, y no estarías con nosotros ¿qué hubiera pasado?—dije pensativa.

—prometerme que cuando quieran venir me avisaran.

—claro que si Pablo —mi sonrisa fue de las mas falsas que pude poner, no quería prometer algo que no podía cumplir,y mucho menos a Pablo. — que haríamos sin ti—dije nuevamente abrazándolo.

—cumplir muchos castigos seguro, aveces creo que me usan para salvarse ingratos—dice fingiendo decepción—tu promesa no fue clara ¿lo sabes? — asentí con la cabeza mirándolo con carita de  perro regañado—¿ no me darás una real?— pregunta con el ceño fruncido.

Ahora como salgo de está? Pablo es tan bueno no sé qué sería de nosotros sin él, pero aquí estoy dándole lata comportandome de la peor manera, siempre.

—¡¡oh!! Vamos, para que prometer algo que todos sabemos que no voy a cumplir— dije muy segura finalmente.

—no es broma Gema, hay cosas que aun no sabes y es peligroso, al menos prométeme que si vienen y se dan cuenta que va a oscurecer, pase lo que pase se quedaran en la cabaña y no permitirán entrar a nadie—ahora se puso muy cerio, algo en lo que dijo me dio curiosidad, no puedo creer que me haga prometer esto.

O sea, a quien voy a dejar entrar aquí si no conozco relativamente a nadie aún.
—bien— solo eso se me ocurrió decir.

—¿bien? Hablo enserio Gema Thomson—dijo cruzando sus brazos.

—esta bien esta bien— respondí subiendo los brazos con exasperación.
—te lo prometo, si oscurece prendo una fogata para que sepan que nos quedaremos en la cabaña ¿si?— dije haciendo puchero.

—así me gusta pequeña te tomo la palabra—dijo mientras despertábamos a los demás—vamos pequeños hora de ir a casa, hay un castigo que afrontar y sepan que no será Leve— su tono ya no era tenso, ahora se burlaba de nosotros.

GEMA El Secreto De La SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora