Cuando me puse a pensar en sus palabras me levanté y ella me siguió.
- ¿Pero quien eres y porque tengo la sensación de conocerte?
- Como siempre tu memoria de pez, pero ahora eso no importa, tu quieres detenerme y yo he venido aquí para detenerte a ti, así que empecemos.
Recogió su catana del suelo y no fue hasta entonces que me di cuenta de todas las armas que llevaba: un cuchillo casi idéntico al mio, solo que el de ella tenía la inscripción del nombre (Aikuchi) mientras que en el mío había un grabado de parte de Frank a mi.
También llevaba una cuerda atada a la parte derecha de su cinturón, y su traje consistía también en unos shorts negros y arriba una chaqueta con la capucha tapándole la cabeza.
Sin darme mas tiempo empezó la pelea, y el primer golpe fue para mi, pero lo esquivé poniendo mi espada en medio.
- Uh, ¿no vas muy rápido?, acabamos de empezar y ya me intentas cortar la cabeza.
- Ah perdona, pero es a lo que he venido- y dando un giro en el aire volvió al suelo.
- Hey espera, que estamos manteniendo una conversación, quiero saber quien eres.
- Pues piensa, no te lo voy a dar todo hecho, y mientras podrías seguir con lo importante, que es nuestra pelea.
- Esta bien, pero podemos hacer las dos cosas a la vez- y de un salto me puse enfrente de ella.
Asintió y sin casi verlo me lanzó una hoja de acero, que no le había visto. Por suerte tenía mi espada delante y la desvié.
- Oye, eso no vale.
- Claro que vale, son elementos sorpresa, ¿no te acuerdas que te lo enseño Frank?
- ¿Como sabes lo que Frank me enseño?, y mas importante, ¿como sabes quien es?- me volvió a lanzar otra, pero esta vez ya tenía mi daga en mano, con la que me sería mas fácil pararlas.
- Porque mas o menos también me entrenó a mi.
- Ya me parecía que nuestros movimientos eran casi idénticos.
- Sí, salvo porque el otro mas o menos me entrenó mi padre- y me seguía lanzando las hojas.
- Ah, y- esquivé- ¿quien es- esquivé- tu padre?
- Eso es información clasificada, y creeme, no te gustaría saberlo.
- Esta bien, te dejo ese secreto, pero contesta a esto: ¿de que nos conocemos?- y parando un momento de lanzarme cosas contestó.
- No te voy a contestar, solo te voy a dar una pista para que lo averigües, pero con la condición de que vas a tener que atraparme- y sin esperar respuesta se esfumó de mi vista, saltando de vida en viga.
Yo también empecé a saltar, pero en un punto la perdí. Entonces recordé lo que Frank me había enseñado, a percibir los sonidos de nuestro alrededor para saber donde se encuentra el adversario.
Lo puse en práctica y cerrando los ojos pude escuchar su respiración entrecortada en la columna mas cercana a mi.
Rápidamente abrí los ojos, coloqué mi espada en posición de ataque y gire la columna, encontrandome a Fuu con la catana sosteniendo mi espada.
- Lo admito, te han entrenado muy bien, eres muy ágil y rápida- seguí sosteniendo mi arma.
- Igualmente, pero un trato es un trato, me has cogido y por sorpresa. Mi pista es el orfanato.
- ¿Que tiene que ver el orfanato con todo esto?
- La verdad es que mucho mas de lo que crees, pero la parte por la que me conoces procede de allí- y entonces me acordé.
Fuu había sido mi única amiga allí, pero a los once años desapareció y no supe mas de ella, bueno, hasta ahora.
- Eres tu, mi única y mejor amiga, las monjas nos dijeron que te habías ido a una casa de acogida, pero nunca lo creí.
- Bueno, pues tenías razón, nada de eso pasó, y como ya has descubierto quien soy, te contaré todo lo que pasó:
Una tarde andaba paseando por el orfanato cuando vi a unas chicas entrar por una puerta que nunca había visto, y como a ti y a mi nos encantaban las aventuras, decidí seguirlas para después venir contigo, pero las perdí de vista y entré en una puerta que no era, y el resto ya lo sabes porque también te pasó a ti.
Al acabar tuve que esperar un tiempo para procesar sus palabras, tenía un montón de preguntas mas, pero ahora mismo no quería hacérselas.
- Bien, en otro momento tendremos tiempo para hablar mas, pero ahora vamos a hacer un trato, yo no dejo que la policía te atrape, si tu te haces mi compañera.
Después de pensárselo añadió:
- Me parece una buena idea, pero ahora vámonos de aquí porque va a empezar a llegar mucha gente no muy deseada.
ESTÁS LEYENDO
El Pasadizo
AcciónCuando te olvidas de todo y de todos ya no te importa nada, pero... puede que eso cambie con la persona correcta. Todo estaba lleno de misterios para ella, pero la decisión que creía incorrecta, fue la que en verdad le rebeló su vida. Esa decisión...