15. Compañeras

3 3 0
                                    

Llegamos a mi hotel pasados unos minutos, y como tenía muchas preguntas decidí empezar:

- Vale, porque viniste a por mi?- y se puso tensa.

- Porque alguien me envió.

- Muy lista, pero quien fue?

- Em, no debería decirte esto, pero ha sido mi padre.

- Y porque le haces caso?, eramos amigas y de repente porque tu padre te lo dice vienes a matarme?

- No lo entiendes, no podía hacer otra cosa.

- Si no lo entiendo explicamelo porque tampoco entiendo que tengas padre, si estabas en el orfanato conmigo.

- Yo..., no puedo decirte quien es mi padre- y su voz se volvió muy débil y sensible- por lo menos ahora no, pero te prometo que algún día lo haré, y solo espero que no me odies por ello.

- No creo que te odie, y menos ahora, que te acabo de encontrar- y nos abrazamos- sé que algún día tendrás la confianza suficiente para contarme todo.

- Y mientras que haremos?

- Pues dadas tus facultades de espía, me gustaría que fueras mi compañera.

- Quieres que sea tu compañera como espía, cuando acabo de intentar matarte?

- Claro, porque no creo que me hubieras matado, y porque habiendo conocido a esa niña tímida en el orfanato, sé que es tu verdadera personalidad, no la que tu padre te haya querido dar.

Y después de eso aceptó, yo se lo notifique a Frank, que estaba un poco sorprendido y no sé porque asustado al decirle que la conocía y que sería mi refuerzo, que confiaba en ella.

Poco después ya me mandó una misión para realizar y avisando a Fuu, que aceptó encantada, cogimos el jet y nos dirigimos a...no se donde porque no nos mandaron historial de nadie ni datos.

Llegamos y bajando del jet algo asustadas nos quedamos paralizadas al ver donde estábamos, en Nueva York, nos encantaba este sitio, de pequeñas siempre hablábamos de venir a vivir aquí juntas, y ahora lo estábamos, sería el destino?

Fuimos al hotel, y después de dejar las cosas, por fin se les dio por mandarnos los datos.

HISTORIAL DE LA PERSONA:

Nombre: Miranda Roos
Edad: 30 años
Nacionalidad: Nueva York
Trabajo: Atleta

Según la organización iba a atracar un banco, mas específicamente el mayor banco de los Estados Unidos, el Lehman Brothers.

Recibimos todos los datos y nos fuimos directas al banco, ya que unas cuantas cámaras la habían captado dirigiéndose allí en ese momento.

En cuanto llegamos ya estaba toda la policía en la puerta intentando contactar con los atracadores, ya que según parecía tenían rehenes.

Miramos hacia arriba y luego a nosotras pensando lo mismo, el edificio era muy alto y no tenían ni idea de en que planta estaban, así que nosotras subiríamos hasta arriba.

Empezamos a atarnos y después al edificio, lógicamente lo haríamos por la parte de atrás porque si los policías nos veían subir por la fachada del edificio, podrían confundirse y dispararnos.

Llegamos a la terraza que había en el tejado y entrando por la puerta fuimos bajando pisos hasta que en uno oímos unas voces.

- Venga truhanes, id subiendo las bolsas con el dinero- y dirigiéndose a los rehenes- vosotros quietecitos y no os pasará nada- seguro era Miranda, tenía una pinta de pija impresionante, ni siquiera llevaba un arma.

Tampoco creo que le hiciera mucha falta, con los pedazos bichos que traía como cómplices, dos de ellos (a los que le había gritado que subieran las bolsas) se dirigían directamente hacia nosotras.

Como siempre, Fuu y yo pensamos igual, en cuanto pasaron les dimos una patada, sin que nos vieran siquiera, dejándolos inconscientes.

Y así fuimos haciendo con todos los que ella mandaba para buscar a los demás porque era la única manera, ya que eran enormes y cuerpo a cuerpo no teníamos mucho que hacer.

Al final solo quedó ella, que chillaba los nombres de todos asustada, entonces salimos de nuestra esquina.

Al final solo quedó ella, que chillaba los nombres de todos asustada, entonces salimos de nuestra esquina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Que pasa Miranda, acaso no te han dejado ningún arma por si acaso?

Al vernos empezó a lanzar grititos y a pedirnos que no le hiciéramos daño.

Fuu y yo nos reímos hasta quedar sin aire, y después de atarla y ayudar a la gente a salir, nos fuimos corriendo, bueno, descendiendo un edificio.

El PasadizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora