28. IV paso

1 1 0
                                    

Me levanté pesadamente, ya que tanto entrenamiento me estaba matando, pero ya quedaba poco para ponerlo a prueba.

Me puse unos shorts grises (un poco cortos para mi gusto), y un top, al acabar de prepararme salí.

En la sala estaban Maia y mi padre conversando.

- Oye, ¿donde está Fuu?

- Buenos días a ti también- me respondió con burla mi prima, mi padre rió mientras rodé los ojos.

- Pues eso- y Maia sacudió la cabeza con resignación.

- Tuvo que irse temprano junto su padre.

- Es verdad, me había olvidado que ahora tenía que hacer que iba en nuestra contra.

- Exacto, pero bueno, nosotros tenemos mucho que hacer, así que...- y nos obligó a subir al ring.

Yo estaba mas que cansada, y mira que me acababa de levantar, a mi prima también se le notaba algo de pesadez, pero me impresionaban sus ganas de combatir a todas horas.

- Bien, mientras tenéis una pelea...amistosa, repasaremos lo que llevamos de plan hasta ahora.

Asentimos y empecé a moverme en círculos, ya que Maia odiaba eso.

- Tenemos completado que haya creído lo de  Fuu, también tenemos pruebas de todos sus chanchullos fuera y ahora los tenemos de "aliados".

En cuanto levanté un momento los puños para hacer las comillas, Maia me dio un puñetazo en el estomago, por lo que retrocedí mirándola furiosa.

- ¿Qué?, sabes sus no debes despistarte.

- Ya, ahora no lo hagas tu- y le dediqué una falsa sonrisa, por lo que ella rió y siguió la conversación.

- Bueno, esta bien lo de haber llamado a sus contactos de fuera, pero aun no he entendido bien que piensas conseguir con ellos.

Al acabar la frase, justo cuando movió la mano para expresar incertidumbre, se la cogí y girándola sobre si misma la inmovilice.

- Pues muy fácil- seguí su pregunta, aun reteniéndola- como sabes, hemos llamado a sus aliados para contratarlos en la misión, pero eso no significa que nos ayuden.

- No, entonces para que los queremos?- forcejeaba intentando soltarse.

- Pues porque aunque no estén de nuestro lado, los necesitamos allí- y la solté, al estar haciendo fuerza, salió de golpe chocando contra las cuerdas.

- Em gracias, eso lo entiendo, pero lo que no, es como han aceptado.

- Ah, fácil- ahora era Frank el que se acercó a hablar- les hicimos creer que el trabajo era para Robert y así estarán todos en el lugar indicado, por lo que será mas fácil, a parte de tener las pruebas.

- Aja, pues si que es una buena idea- y al ver que yo estaba despistada mirando a mi padre, quiso cogerme por sorpresa corriendo hacia mi para derribarme.

- Eh, y ¿a donde vas tan rápido?- pero no le dio tiempo a procesar que me había dado cuenta, por lo que le puse la zancadilla y habría caído de narices al suelo, si yo no la hubiera sujetado antes.

- Uh, esa estuvo cerca- y mi padre empezó a reír, al poco ya todos estábamos partiendonos de risa.

- Bien, ya que todo lo anterior está entendido, ahora hablemos del paso de hoy.

- Si, me da que es cuando empieza tu turno, todo mentiras.

- Oye- y le di un codazo- bueno, aunque se me da muy bien- y rieron mientras arqueaba las cejas.

- Bueno, pues cuando Fuu llegué para decirnos como le ha ido, entraras a la acción.

- Ya, va a ser un poco difícil convencerlo de que sea él mismo quien quiera encargarse, pero pondré todo de mi para que me odie aun mas, lo cabrearé como nunca.

            ~~~~~~~~~~~~~~
Fuu había llegado hace una hora o así, la verdad es que tardó mucho, pero todo le fue bien, según dijo.

- Bueno, y ¿qué le dijiste para que se creyera que estamos enfadadas a muerte?

- Em, primero le dije que me habías arriesgado en una misión, pero no pareció importarle, por lo que se me ocurrió recurrir a lo común, que me habías quitado el novio.

- Uh, no es que me parezca un tema para odiarnos así, pero si para él si...

- Ya, pero lo de quitar...dije que lo mataras.

- ¿Qué?, ¿Cómo has podido inventar eso?

- Es que era lo único que le parecía importante.

- Bueno, es igual, lo que ahora debemos hacer es ponerlo aun mas en mi contra, para que decida acabar conmigo él mismo.

- Será fácil, para empezar porque al haber contratado a sus aliados, no aceptaran mas trabajos y porque seguro lo pones de los nervios.

No se porque cada vez que hablaban de que podía cabrear muchísimo a alguien, se ponían a reír, vale que siempre se me dio muy bien enfadar a la gente, ya en el orfanato era la reina de eso, pero no es para tanto, verdad?

- Lore, el jefe te llama.

- Uh, esto se pone interesante- y corrí a coger la llamada.

- Hola Lorena, me he enterado de lo sucedido con Fuu.

- Oh ya, se lo merecía- puse voz ruda para sonar intimidante.

- Ya, como fuera, el caso es que quería verte en mi oficina.

- Esta bien, voy ahora.

- Bien, espero.

Corté y todos me miraban divertidos.

- Dale su merecido.

- Eso, que conozca las armas del orfanato.

- Hazle desear y pensar que está loco.

Después de reír con todos sus graciosos comentarios salí por la puerta dirigiéndome a donde él se encontraba.

Todo lo que me dijeron, ni siquiera se imaginaban que para mi lo que le haría pasar hoy, no sería ni la mitad de lo que tenía pensado para él, pero debía ser cuidadosa, o se acababa.

Solo quedaría un paso y ese ser...repugnante sería mío.

El PasadizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora