BRUCE Y PAUL

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Bruce y Paul crecieron juntos, en las mismas condiciones de vida, que, solo por si es necesario aclarar, no eran las mejores.

Robaban,

Ellos robaban para vivir,

Robaban por necesidad,

Robaban por codicia,

Y con el tiempo... Robaron por placer.

El robo era todo lo que conocían, lo cotidiano, lo normal. Producto de la envidia y la necesidad, de el no tener, de querer y no poder. Era un deseo y una obligación. Era todo lo que tenían.

Siempre fueron Bruce y Paul, Paul y Bruce. Hacían todo juntos, hombro con hombro. Cada vez que uno caía, el otro se mantenía fuerte por ambos, cual pilar.

Lo compartían todo: la comida, los pocos juguetes que tenían, los clientes, los amigos... y las mujeres.

Paul y Bruce acabaron en The Doblaught Academy cuando los encontraron robando dentro de la mansión de unos empresarios muy exitosos y famosos, sin saber que en la planta alta, dormía una de las personas más importantes de sus vidas.

El juez decidió que un correccional no les serviría de nada, porque volverían al ruedo nada más salir. Así, terminaron en el lugar donde conocerían a quienes serían sus amigos y guías para reivindicar sus caminos.

Pero un campus del que no pueden escapar, donde soportaron burlas y duros castigos, solo aumentaba la ira y la codicia de sus almas.

Adicción [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora