Encontré un departamento, era grande y amueblado, barato y le faltaba unas buenas capas de pintura a las paredes pero aun así era perfecto.
-¿Le gusta? -preguntó el encargado, era un anciano con una voz muy agradable.
-Si-dije mientras sonreía. Busque en mi bolso el dinero y le pague. Me entrego la llave con el número de la habitación 102.
A penas se fue me dirijo al cuarto. Había cosas del antiguo inquilino aun y una cama de dos plazas. Deje mis valijas, bolso y me acosté. No podía creer que estaba allí. No podía creer que me escape así. Comencé a pensar en todo lo que pasó en la semana hasta quedarme dormida.
***
Alguien me hablaba pero escuchaba lejos. Alguien me sacudía un poco. Comencé a abrir mis ojos poco a poco. Distinguí un rostro y me sobresalto al encontrarme de frente con unos penetrantes ojos marrones. ¡¿Un ladrón?! sofoque un grito.-¿Quién eres? -grite.
-¡Tu compañero de piso! -exclamó mirándome con una expresión enfurecida.
-¡¿Qué?! ¡No puedes hablar en serio!
El chico me mira y las comisuras de sus labios se curvan ligeramente hacia arriba.
Es alto y delgado. Su cabello es oscuro y lleno de rizos gruesos. Aparto la mirada de él, Esto no puede ser cierto.
No pienso vivir con un extraño.
*
-Oiga -le digo al anciano que está caminando por el pasillo, parecía no oírme y continúa su camino-Oiga, señor...-¿Sí, señorita?
-¿Porque no me ha dicho que tendría que compartir el piso?
-Oh, disculpe señorita, creí que ya lo sabía-dijo el anciano rascándose la cabeza.
Tome mis cosas y me fui.
Nuevamente tengo que buscar un lugar para al menos pasar la noche, hace frío y solo llevo una camisa de seda y unos short de jeans.No llego ni a dos cuadras del edificio, cuando escucho el fuerte sonido de una motocicleta al frenar, dos hombres están en ella. El acompañante se baja rápidamente, intenta quitarme el bolso el cual no suelto, me da un fuerte empujón y caigo al piso, toma una de mis valijas y se van. El chico del piso, se acerca corriendo.
-¿Te encuentras bien?
-Estoy bien -no puedo dejar de temblar.
-Venga, vamos-dice, y recoge mi valija del suelo.
Caminamos hasta el departamento, hablo con el anciano, vuelvo a pagar por el piso, y no sé cómo, consigo detener las lágrimas hasta que estoy en el cuarto -que si era para mí-, cierro la puerta. Me dejo caer contra ella hasta el suelo y comienzo a sollozar. ¿Cómo he podido ser tan idiota? ¿Como pude creer que esto sería fácil? la idea de volver a mi casa y disculparme con mis padres se cruza por mi mente pero la rechazo inmediatamente. Me levanto del suelo y abro la valija que me quedo.
Me han robado la valija con todo mi ropa...Genial. Ahora solo tengo lo puesto y una valija llena de mis cosas personales. Estoy agradecida de aun conservar mi bolso.
*
Esta bien, si voy a vivir con un extraño al menos debo poner reglas de convivencia.
Salgo de mi habitación y me dirijo a la del chico, golpeó varias veces pero no abre y se que está allí porque escucho la melodía de la guitarra.
-Tenemos que hablar -digo mientras irrumpo en la habitación.-Como vamos a convivir juntos...-digo - tenemos que poner reglas.
-¿Reglas? -enarca la ceja.
-Si, Re-glas...-frunce el ceño.
-Entendí, pero no se me da eso de cumplir las re-glas- baja la mirada a la guitarra y sigue tocando.
-Muy bien, cada uno dirá al menos 3 reglas-digo lentamente.
-¿Te han dicho que eres insoportable? -pregunta seriamente.
-Uno -digo, pero justo cuando estoy por hablar mi teléfono suena...
Atiendo. Es Jenna, llorando. Intenta decirme que no significo nada, que todo es culpa de Louis. Que no la dejan en paz en el instituto. Que sus padres sean enterado del vídeo. Que me necesita. Escucharla decir que me necesitaba dolía más que cualquier otra cosa...
Nunca pensé que perder a una amiga dolería más de lo que me dolió el perder a mi novio.Decido no responder, solo salgo de la habitación de mi nuevo compañero y me voy a la mía, arrojo el móvil con todas mis fuerzas contra la pared, el impacto es tan fuerte que termina cayendo desarmado al suelo.
Suspiro y trato de parpadear para alejar las lágrimas. No puedo ignorar el hecho que estoy teniendo los peores días de mi vida.
No entiendo como Jenna pudo hacerme algo así. Hemos sido mejores amigas desde hace años. ¿Por qué arriesgaría nuestra amistad solo por sexo?
Nunca me sentí así de herida. Lo peor es que siento que esto apenas está por comenzar.
-¿Estás llorando? -pregunta el chico, levanto la mirada y lo veo recostado en el marco de la puerta.
-No.
Él asiente. -Sí, lo estás haciendo. Estás llorando.
Niego con la cabeza y me seco la lágrima que se me ha escapado.
-Una buena regla sería no meterse en los asuntos del otro, no crees? -digo.-Entonces -dice, después de unos minutos de silencio - vamos.
-¿Qué? -digo algo confundida.
Asiente. - Voy a cantar en un bar esa noche. ¿Quieres venir?
-Um. -Me encojo de hombros.
Okay, ahora mi compañero de piso siente lastima por mi ¿Me veo tan patética?
Se ríe. -Tengo que cambiarme y prepararme. Nos marchamos en una hora. -dice, antes de salir de mi habitación y dejarme sola.
-Pero...yo no he dicho que si...
Oh, genial. No hay reglas.
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Pareja Tóxica ©
Short StoryBasada en una canción. Acompaña a Ruby en este escapé llamando vida.