Prólogo.
La nieve caía lentamente sobre Seúl. Min Yoon Gi caminaba demasiado concentrado en lo que tenía que decir, como para que el clima le afectara de algún modo. Sentía el frio, por supuesto, pero también sentía el enojo en su corazón. Y éste era tan intenso y tan grande, que le daba la energía suficiente, como para seguir caminando hasta llegar a su destino.
Esperaba ver a Ren, y discutir sobre el mal que le acababa de hacer. Decirle que las cosas entre ellos habían terminado y que no quería volver a saber nada de su existencia, enferma y sádica.
Recordó el rostro de su madre diciéndole que era un raro, un anormal. Recordó la manera en la que lo miraba, como si fuera un animal monstruoso, y sobre todo, recordó sus ojos asustados, temerosos y culpables, llenos de lágrimas amargas. Y eso era lo que le pesaba más. Herir a su omma de semejante manera.
Hasta el momento, había podido mantener en secreto la relación que llevaba con el hermoso chico de rostro angelical, y las cosas iban bien.
Era un psiquiatra de amplia reputación, famoso sobre todo por su enorme capacidad de hipnotizar a la gente, y lograr que las personas le dijeran siempre toda su historia, para poder ayudarlos a mejorar.
Su fama de doctor milagroso, se había extendido por todo el país, y continuamente le llamaban para que hipnotizara a alguien, y así curar alguna dolencia interna. También había gente que lo buscaba para que le quitara, de una vez por todas, algún vicio que los iba llevando, lentamente, hacia la muerte.
Había comenzado una relación sentimental y extraña con Ren, cuando éste acudió como un pasante, buscando saber más acerca de las investigaciones que Yoon Gi publicaba en prestigiosas revistas, y pidiéndole que le ayudara a hacer una tesis brillante. Así que poco a poco, se fueron involucrando.
Las cosas comenzaron una noche en la cual, después de hablar por horas de sus trabajos, Yoon Gi aceptó cenar con el menor en su departamento estudiantil. Ambos bebieron demasiado alcohol, y una cosa los llevó a la otra. Terminaron besándose con ansias, en un afán de dejar salir, de una vez por todas, las sensaciones que mutuamente sentían.
El chico era una hermosa versión de un ángel inocente y juvenil. Yoon Gi era un hombre demasiado metido en sus trabajos para haber tenido tiempo de relaciones personales y mucho menos amorosas.
Cuando se dieron cuenta, existía una cierta necesidad de continuar viéndose y en esa forma, transcurrió todo un año de una relación que para Yoon Gi comenzaba a decaer lentamente.
Dada su forma de ser, él no era de ver a nadie todos los días. No toleraba las cursilerías ni mucho menos el compromiso que conlleva una pareja, así que, poco a poco, se fue alejando cada vez más y más.
Ren, desesperado y enamorado apasionadamente de su hyung, lo acosó todos los días, con molestas llamadas y mensajes, hostigándolo de tal manera que el mayor solo quería escapar de ahí.
─ Quiero que termines con esto. – Le dijo una noche, una semana atrás. – Ya no te amo, ni creo haberlo hecho antes. Solo fue una aventura ocasional. Acéptalo y vive con ello. Seguramente habrá mucha gente que le interese estar contigo, porque eres joven, bonito y tierno. Ve a buscar otro juguete, porque yo ya me cansé. Solo seremos amigos y nada más. – Diciéndole lo anterior, salió de su departamento, mientras Ren lloraba y gritaba cosas incoherentes.
Nunca esperó lo que Ren haría. Sumido en una profunda desesperación, envió fotografías de ellos en situaciones íntimas a la madre del doctor. Una madre que ignoraba que su hijo tuviera relaciones sexuales con otros hombres.
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Dark Side. YoonMin.
FanfictionJimin tiene una carga sobre sus hombros tan grande que tiene que recurrir a la ayuda que le pueden dar los demás. YoonGi es un famoso hipnotista que quiere encontrar a alguien especial.