Dark Side. YoonMin.

27. Juntos y Separados.

Seokjin regresó a su casa cuando se dio cuenta de que nada podía hacer en el hospital para ayudar a Jungkook. Ahora mismo, la policía lo estaba buscando desesperadamente y tenían orden de disparar, pues se le consideraba muy peligroso, por la manera en la que había matado al policía.

El joven psiquiatra bajó de su vehículo muy abatido. Tenía la cabeza agachada mientras guardaba las llaves de su coche y sacaba las de su departamento, cuando de pronto sintió un cuchillo detrás de él.

─ Buenas noches, hyung. Que agradable es volver a verte. – Le dijo Jungkook, que se había escondido junto al automóvil que estaba estacionado al lado del de Jin.

─ Jungkook. – Le dijo, algo sorprendido, pero no tanto. Su corazón le decía que el menor lo buscaría para que lo ayudara.

─ Vamos a entrar a tu departamento. No quieras pasarte de listo conmigo, porque te aseguro que te encajaré el cuchillo sin ninguna contemplación. Ya probé el sabor de la muerte, y puedo decirte que me gustó mucho. –

─ Lo imagino. – Le contestó. Pero caminó hasta su departamento y luego de abrir, entraron los dos. Cerraron la puerta con llave y luego se quedaron de pie, mirándose mutuamente.

─ Contigo podré escapar del país. Quiero que me compres un pasaje de avión para alguna isla del caribe. Y tú vendrás conmigo. Serás mi rehén. –Le dijo sin más.

Seokjin lo observaba con tranquilidad. Sus sentimientos respecto al menor no habían cambiado en nada. Seguía queriéndolo intensamente, y le dolía que el chico se metiera cada vez en más líos. Pero también sabía que no podía evitarlo, pues su naturaleza psicótica lo llevaba a actuar de esa manera.

─ Haré lo que quieras, pero no quiero que lastimes a alguien más. Eso es lo único que te pido como condición para ayudarte. –

─ No lo haré... por el momento. En verdad por ahora estoy en una situación problemática, pero cuando pase el tiempo y se olviden de mí, regresaré y terminaré el trabajo pendiente con Taehyung. –

─ ¿Por qué con él? ¿Por qué no me usas a mí? –

─ Tú no eres él. Hay algo en ese hombre que me hace querer matarlo, no sé por qué, pero así es. – Le dijo como si nada.

─ ¿Tienes hambre? – Le preguntó Jin al menor. Era tarde y sabía que el chico no había comido nada aún.

─ Sí. ¿Me prepararás algo de comer? – Lo cuestionó sonriendo.

─ Prepararé algo de cenar. – Le dijo.

─ Prepara algo delicioso, tengo mucha hambre y en el avión no sé qué clase de comida darán. – Le comentó, pero antes de que Jin se fuera a la cocina, le quitó el teléfono celular y desconectó el aparato de la casa. – Disculpa, pero no confío en ti, hyung. –

─ No pienso llamar a nadie, pero está bien. Ahora estará lista la cena. – Y se fue a la cocina para preparar algo de comer.

Jungkook se sentó a mirar la televisión. En realidad seguía siendo un adolescente que se entretenía con los programas de acción. Podría vivir como cualquier chico, con su omma y sus amigos, una novia o quizás novio, pero sin hacerle daño a nadie, sin embargo, la genética lo había obligado a actuar de manera enferma. No tenía solución y Seokjin lo sabía.

─ Está listo, Jungkook. Ven a cenar. – Lo llamó y le sirvió carne con verduras y fideos.

Ambos se sentaron delante de la mesa y devoraron la comida. Cuando terminaron, el mayor se puso a limpiar meticulosamente la cocina, limpió la vajilla y la mesa y finalmente, se sentó junto al menor.