Dark Side. YoonMin.

22. Te atrapé.

Yoon Gi y Mini llegaron por la noche a Seúl.

Inmediatamente fueron al hospital, llevando el equipaje de Jimin.

El doctor Min había hablado al hospital para que le prepararan un cuarto al menor, y dio instrucciones de poner cámaras de vigilancia día y noche, recordando el intento de suicidio de Jimin.

En realidad no sospechaba que Mini quisiera escapar. De acuerdo a lo que veía, ese chico estaba enamorado de él y sería incapaz de alejarse por voluntad propia. Una vez salvado el obstáculo que representaba Taehyung, nadie lo obligaría a huir de ahí.

─ Quiero que entres y te cambies de ropa. Puedes usar uno de tus pijamas, cariño. – Le dijo a Mini cuando entraron a la habitación.

─ ¿Tú te quedarás conmigo, amor? – Le dijo, mirando a la enfermera que lo veía con una sonrisa, lista para tomarle los signos vitales.

─ Aquí no podemos dormir juntos, cariño. Pero vendré todos los días a verte. Además trabajo aquí, así que si necesitas algo o te sientes mal, solo me tienes que llamar y llegaré en segundos.- Le acarició el rostro.

─ Está bien.- El muchacho le sonrió fingiendo que estaba de acuerdo.

La enfermera checó sus signos vitales e hizo algunas anotaciones en la hoja del menor que le mostró al Doctor Min. Éste firmó al calce y la chica salió. Entonces Yoon Gi le dio un suave beso en la frente y le dio las buenas noches.

─ Buenas noches, Jimin. Duerme bien. – Le dijo y salió del cuarto, tranquilo pues el chico se quedaba sin hacer ningún problema.

La puerta de la habitación fue cerrada con llave. Ordenes de Yoon Gi. No confiaba ni en su sombra y mucho menos en lo que podría suceder con Jimin, una vez que Mini durmiera. Así que solo escuchó el clic de la llave y supo que no podría escapar por ahí.

Por supuesto Mini pensaba que él podría encontrar diversión en otro lugar que no era el hospital y con personas menos empalagosas que su hyung. Así que se acostó en la cama y sonrió para sí mismo, pensando que las cosas iban muy bien. Muy pronto, Yoon Gi le ayudaría a desaparecer al enano y su vida sería perfecta.

Sin embargo, pronto lo venció el sueño... y Jimin apareció.

Sabía perfectamente donde estaba.

Y de quién era la culpa.

Odiaba a Yoon Gi, lo odiaba con todo su corazón y en cuanto se abriera esa puerta, saldría corriendo de ahí, y nadie lo podría alcanzar.

Las cosas se habían volteado, pues ahora el que huía era Jimin.

Por la mañana, Yoon Gi fue directamente a ver a Jimin, pero antes de entrar, revisó los videos de la noche anterior. Había un guardia que se quedaba mirando por si sucedía algo inusual.

─ ¿Buenos días, no ha sucedido nada inusual en ninguno de los cuartos privados? – Le preguntó al señor Hong.

─ No, doctor Min. Bueno, en el número trece, el paciente se metió debajo de la cama, y no salió en toda la noche. –

─ Jimin. – Dijo Yoon Gi, sin dudar.

─ No sé su nombre. –

─ Está bien. Sigue vigilando. – Le dijo, antes de salir.

Llegó hasta el cuarto de Jimin, pero luego, pensándolo mejor, fue por uno de los trabajadores de intendencia. Le decían "Terminator" porque era enorme, medía más de 1.90 y pesaba cerca de 200 kilos de puro músculo. Decían que podía levantar una cama con todo y paciente. Nadie jamás lo molestaba.