5.-Presentaciones

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Capítulo 5

Cristianno me mantenía todavía agarrada y manteníamos un duelo de miradas yo estaba dispuesta a no rendirme, no sé qué le pasaba pero estaba segura que tenía que ver conmigo.

Al fin decidió hablar.

- ¿Porque coño me mentiste ayer diciéndome que eras extranjera?- dijo en un tono enfadado y amenazador. No estaba dispuesta a que me hablara de ese modo.

- Perdona que te diga y corrígeme si me equivoco que  en ningún momento de nuestro efímero encuentro de ayer te dije que fuera extranjera, fuiste  tú quién lo dijo y lo dio por hecho yo me limite a no desmentírtelo.- dije mientras me zafaba de su mano que me tenía sujeta.

- Podías haberme dicho quien eras al menos-dijo en un susurro entre dientes aun enfadado.

 Yo me limite a dedicarle una sonrisa inocente, me estaba irritando que me hablara de ese modo.

- Pensé que me reconocerías y aun así te di mi nombre-dije mientras elevaba mis cejas depiladas.

- Joder Ash- se quedó callado durante un segundo- ¿cómo querías que me acordara de que mi Ash del pasado era en realidad Ashton?- pregunto al fin.

 Me gustaba que me llamara Ash me recordaba a nuestros días de veranos cuando no parábamos de meternos en líos, pero aun así no estaba dispuesta a disculparme por algo que no tenía yo la culpa.

- Ah se siente- dije levantando los hombros a la vez. Mientras nos encaminábamos para la puerta de clase.

- Yo también se jugar a ese juego- oí que decía a mis espaldas. Yo me limite a girarme y a mirarle con cara inocente.

- ¿Qué juego?- pregunté.

Él se paró y se echó a un lado de la puerta con el brazo extendido invitándome a pasar con una sonrisa que no aguardaba nada bueno.

- Señorita Carusso- dijo dejándome pasar a mi primero.

¡Dios Cristianno estaba logrando que en menos de cinco minutos mi buen humor se esfumara. Así que pase y cuando le tenía un paso por detrás le mire por encima del hombro.

- Capullo…- dije lo suficientemente bajo para que me oyera.

- No sabes cuánto- dijo cerca de mi nuca.

Tome un asiento que estaba libre delante de mi prima, Nerea estaba junto a Dani y Mauro con Luca  mientras yo repasaba la clase preguntándome donde se habría metido el cretino Cristianno, cuando de repente veo que alguien se sienta en el asiento libre de mi lado, gire la cara para ver de quien se trataba y en ese mismo instante mi pregunta de donde estaba Cristianno se acababa de responder por si sola.  Cristianno me miro sabiendo bien lo que estaba haciendo. Quise fulminarle con la mirada pero Cristianno esbozo esa preciosa sonrisa y fui incapaz de dejarla de mirar.

Tuve que apartar la mirada de ese arrogante cuando la profesora de literatura entro en clase. Aquella mujer me recordaba a una profesora de música que tuve en ¿Londres? ¿Viena? ¿Mónaco?  Estuve pensando durante un rato hasta que caí fue en París la profesora era Madame Labuat, quería mucho aquella profesora me enseño a tocar el piano perfectamente y siempre me animaba para que no me rindiera y siguiera adelante,  Madame Labuat  me enseño que aunque todo se vea oscuro al final del camino siempre estará el brillo de luz que andabas buscando y todo el tiempo a oscuras sería recompensado.

- Profesora Belli ¿sabe? Tenemos nueva alumna- dijo Cristianno señalándome.-Yo propongo que se presente- dijo sonriéndome, ahora sí que no pude negarme a mirarlo como si le estuviera asesinando.

- sí, tienes razón ahora mismo estaba mirando el excelente historial de la señorita Carusso – dijo la profesora Belli dirigiéndose hacia mí- Todo matrículas de honor y sobresalientes y en los mejores colegios de Europa.- dijo sorprendida

- a ver si el resto de la clase toma ejemplo de la Señorita Carusso, Señorita Carusso si es tan amable-dijo obligándome a que me pusiera de pie y contara lo que ya me sabía de memoria.

Tras una breve introducción sobre mí proseguimos la clase, todos me miraban como si tuviera tres cabezas en aquel instante y no paraban de sonreírme.

Durante la mañana tres chicos se habían acercado a mí para preguntarme si quería algún día salir con ellos, pero antes de que yo misma pudiera darles una contestación Cristianno ya los había espantado con amenazas e insultos, si Cristianno se había propuesto fastidiarme lo estaba consiguiendo muy bien. No veía la hora de que acabaran las clases y perderlo de vista en mi nuevísimo Audi R8.

ROMA al revés sigue siendo AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora