Capítulo 2.

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Al abrir la puerta me quedé petrificada, una horrible sensación se apoderó de mí, no había absolutamente nada, todo estaba oscuro y cada vez estaba más confundida, toque las paredes a mi alrededor, para tratar de encontrar algún interruptor, todo al tacto de mis dedos estaba húmedo y repugnante, al cansarme de buscar, al fin pude encontrar el interruptor que estaba igual de descuidado que todo lo demás, pero, dónde demonios estaba?

Daba la impresión de que era un basurero, y probablemente lo era, comencé a dudar si de verdad era un sueño, era todo muy real, podía sentir mi respiración, mi corazón al latir, y todo al tacto parecía tan auténtico, me comencé a asustar, el cansancio y la frustración se apoderaron de mí, y me molestaba el hecho de que aun no podía entender lo que pasaba a mi alrededor, el frío que hacía era atroz, y la bata blanca hasta los tobillos no ayudaba, era un pasillo de unos 10 metros de longitud y 4 de ancho, comencé a caminar, y el dolor en las piernas desapareció, era un corredizo totalmente aterrador las paredes ya no tenían pintura, estaban cubiertas de hojas y tallos, y cada tanto tiempo se podía ver que habian fotos colgando, pero toda la maleza no permitían ver que eran, al finalizar el pasillo le daba la entrada a una gran sala, cubierta de papel de periódico, columnas de papel de periódico por todo el lugar, no había muebles, al menos que hayan sido enterrados en toda la suciedad que reinaba en el lugar, en la pared frontal había grandes ventanales, pero la luz no podía entrar porque estaban cubiertos de papel decorados con varios grafitis, por la tanto era difícil ver, pero no imposible.

Pude oír a los roedores caminar sobre el inmenso mar de polvo que lo cubría todo, provocó que mi cuerpo se estremeciera, siempre aborrecí a esas pequeñas criaturas. Era un edificio abandonado, comprendí esa parte, lo que no podía entender era porque me encontraba yo en un edificio abandonado como este, sola.

Mire a mi alrededor, y noté un mostrador de madera cubierto de moho a mi derecha, me acerqué y pude escuchar el crujir del suelo, todo daba la perfecta ambientación para una película de terror, al pensar en eso mi miedo aumentó, pues nada de lo que estaba pasando me causaba gracia, y sentía que estaba perdiendo la cordura. comencé a revisar todos los cajones, no había mucho, grapadoras, clips, papel en blanco, mientras buscaba un pregunta explotó en mi cabeza como una burbuja, quien soy? me detuve bruscamente, y me petrifiqué al notar que no tenía la respuesta, necesitaba encontrar algo que me ayude a entender, o que me ayude a despertar de este sueño, no, pesadilla cualquiera de las dos opciones era aceptada ya no podia mas con esto, aterrorizada de todo, continué buscando, la tez de mis manos se transformó de blanco pálido a negro sucio por todo el polvo, encontré un sobre con unos papel me senté en el piso y me recoste de la pared, deseando que los papeles dijeran algo que me ayude a salir de este laberinto, no era necesario mucho, solo lo suficiente para que esta agonía que me consumía cada vez más acabara.

Al comenzar al leer los recuerdos comenzaron a llegar golpeándome una y otra vez y así llegaron las lágrimas recorriendo mi cara hasta llegar a empapar la bata gris que alguna vez era blanca.Sola, infeliz, desgarrada, agonizaba con que pare ese dolor atropellante del que una vez escape, y por un momento entendí, esto no era un sueño, era una verdadera pesadilla, pero esta pesadilla era real ... estaba en el infierno del que alguna vez hui.


Un Horrible DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora