El día después de las competencias, los chicos sintieron que su vida empezó a ser tan monótona y aburrida como era antes. Resultaba desesperante, porque no tenían noticias sobre los resultados de las batallas. Por lo menos diez de los doce chicos, deambulaban de ahí para allá, sin saber en qué entretenerse.
Antes, practicaban o buscaban una manera de salir del laberinto. Conversaban o intentaban vivir lo más normalmente que podían. En se momento, sabían que salir era imposible y que los enfrentamientos habían terminado y no encontraban nada interesante. Más de uno notó que los mensajes no cambiaban en ningún momento y conservaban el "sujeto" y sus números respectivos. Ya no daban ni la hora como referencia.
El miedo los invadió. ¿Los que controlaban el lugar querían vengarse? Era una posibilidad. El ambiente resultaba pesado y la mayoría preferían recluirse en sus cuartos, como Tao, que parecía muy cansado y sólo salía para comer cuando Kris le obligaba. Otros, para matar el aburrimiento, empezaron a practicar con sus habilidades, pero parecían limitadas y eso los sorprendió también.
–¿Estaremos bajo algún tipo de droga? Siento que todo es tan irreal, que temo estar siendo engañado– comentó Baekhyun mientras utilizaba su pierna como escudo, para evitar que Chanyeol se acercara para abrazarlo.
–Tal vez se aburrieron de nosotros y nos dejarán aquí para siempre– comentó Xiumin y suspiró, acomodándose en su banca por tercera vez, ya que no encontraba una postura cómoda.
–¿Y si eso de empatar no fue una muy buena idea?– se preguntó Chen, pero nadie se atrevió a dar una respuesta.
La razón del decaimiento general se debía a que Luhan no despertaba. No lo había hecho desde la batalla. Lay no podía encontrar nada malo en su cuerpo e insistía en que estaba dormido, como cualquier persona. El problema, era que debía haber abierto los ojos hace ya bastante tiempo si estaba bien. Kyungsoo se sentía terrible. Lo visitaba durante el día, pero Sehun no le hablaba, sólo permanecía cuidado al rubio que mantenía sus ojos cerrados.
–Está sano. No hay nada que le afecte– explicaba Lay después de revisarlo por décima vez por pedido del castaño. Lo hacía con toda la paciencia.
–¿Entonces por qué no se despierta?– exigió saber Sehun enojado y preocupado. Nadie tenía una respuesta.
–Kyungsoo se despertó cuando le di calor. Estaba tan helado, que lo abracé y mejoró enseguida.
Sehun probó su suerte una vez más. Luhan dejó de estar frío, pero no despertó. El castaño tenía unas ojeras marcadas y los ojos rojos de tanto llorar y por la falta de descanso. Nadie tenía ánimo de nada. Todos sentían como si alguien de la familia estuviera en problemas. Porque, después de todo el tiempo juntos, se sentía como una familia.
* * *
–Kyungsoo, tienes que comer algo. No puedes seguir culpándote por lo que pasó. Todos estuvimos de acuerdo con esto. Era lo mejor.
Jongin le acercó un plato con comida al pelirrojo, pero el chico negó con la cabeza y se acomodó para taparse más con sus mantas. El menor de los dos insistió por un momento más, pero fue inútil. Se puso de pie, cansado, y caminó por la habitación con las manos metidas en sus bolsillos. Kyungsoo lo miró de reojo y tuvo una extraña sensación en el pecho. Kai todavía tenía su cabello rubio desordenado, su maquillaje extravagante y su ropa tan diferente a la que él conocía y a la que estaba acostumbrado, pero parecía ir dejando de ser un extraño y daba la sensación de que se estaba convirtiendo en su novio otra vez. A pesar de que la culpa lo afectaba enormemente, otras ideas aparecieron en su cabeza. Unas mucho más positivas en las que podía imaginarse que Jongin dejaría de negarse a aceptar que eran una pareja.
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Monster: You're my lucky one (OT12)
FanfictionKim Jongin es un pianista excepcional y muy reconocido en su conservatorio. Do Kyungsoo es un increíble violonchelista, muy talentoso que quiere participar en un concurso de grupos musicales y se conocen para participar juntos. Se enamoran prácticam...