18. La ira de un tornado

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–¡Todavía no!– gritó Baekhyun. 

Los chicos se sobresaltaron. Suficiente tenían con estar en una situación incómoda para encima recibir un susto de ese tipo. 

–Todavía no han admitido que estaban juntos. Se supone que para eso están aquí– informó el pelinegro y la interrupción tuvo sentido. 

–Es cierto– Luhan se apartó de Kai y luego le dio la mano con una expresión seria, se aclaró la garganta y exclamó en voz alta: –Baek, Kai y yo estamos juntos como una pareja. Somos novios– estaba nervioso y chillaba, se escuchó muy falso. Aún así, Baekhyun sonrió con malicia. 

–Pruébalo. 

Los chicos se miraron otra vez y Kai tenía a Luhan por la cintura y él se colgó de su cuello, temblando. Estaban tensos, incómodos y era forzado. Pero lo estaban intentando. Al ver que Kai no se movía, Luhan tomó la iniciativa. Apoyó su frente en la del más alto y suspiró para ganar confianza. Tenía que ser rápido y no pensarlo demasiado. 

–Luhan– susurró el chico con los ojos cerrados y los pómulos alzados, como si le doliera. 

–Dime– respondió con voz suave, más nervioso. No importaba cuánto lo intentara, no era capaz de estar mentalmente listo. 

–Ayúdame– murmuró con la voz quebrada, abriendo los ojos. Luhan lo imitó y sintió un nudo en la garganta al ver la sincera tristeza en su mirada. –Ayúdame, por favor. Ayúdame porque ya no puedo más, siento que esto me mata. 

–Tranquilo– Luhan acarició su cabello. –El dolor no se va a ir, pero de eso se trata amar. Debe importarte en las buenas y en las malas. No intentes que no duela. 

–No puedo hacerlo, Luhan. Quiero ayudarte, pero no puedo– admitió rendido, con lágrimas en los ojos. 

–Yo lo haré. Piensa que son los labios de Kyungsoo y no los míos– dijo, para consolarse más a sí mismo que a Kai. Le costaba también, porque quería que fuera su novio. 

El chico se impulsó y pegó su boca a la ajena torpemente. Se separó enseguida y Baek, que había sido testigo, aplaudió complacido de que todo hubiera acabado. Luhan intentó separarse y terminar todo para esperar los resultados. Pero, todavía no olvidaba nada y Kai no lo soltaba. Tenía los ojos cerrados y, en un instante, acorraló a Luhan contra la pared más cercana y lo besó con rabia. Asustado, el delgado muchacho intentó apartarlo, pero Kai estaba como loco y besó su cuello, acorralándolo y susurrando "Kyungsoo" y "te quiero" una y otra vez. 

–¡Basta, Kai! ¡No soy Kyungsoo!– chilló Luhan, pero fue callado con un beso apasionado que le costó mucho no corresponder. Su mente fue más fuerte y lo rechazó. 

–¿Qué haces?– Baekhyun se acercó para separarlo, pero algo lo detuvo. 

Kai paró y Luhan le gritó y reclamó por su estúpido arranque, pero se aterró al ver su rostro. Algo le pasaba y pudo darse cuenta. ¡No estaba respirando! Sus cuerpos se separaron mientras el rubio más bajo seguía contra la pared, sin poder moverse aunque veía a Jongin asfixiarse en el piso, casi morado. 

–¿Qué le pasa?– exclamó Baekhyun preocupado, intentando ayudarlo. 

–¡No respira!– gritó Luhan y sintió un viento helado en la sala. Alzó la mirada y confirmó sus sospechas. Sehun estaba parado en la puerta con el ceño fruncido y una mirada sombría. Sus labios hacían una mueca extraña. 

–¡Sehun vas a matarlo!– le reclamó Baekhyun al darse cuenta de lo que pasaba, pero sus palabras hicieron que Kai empezara a retorcerse en el suelo. 

–¡Sehun!– Luhan se acercó al castaño. –¡No puedes matarlo! Es tu amigo. 

La respiración ahogada y desesperada de Kai hizo que el chico sintiera alivio y se acercara a su novio, pero Sehun lo rechazó y lo aparto con una brusquedad sin precedentes. 

Monster: You're my lucky one (OT12)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora