Monster: You're my lucky one (OT12)

32. Porque tal vez... es la última vez

–¿Una charla de grupo? ¿Acaso vas a ofrecernos algo de comer y té? ¡No seas ridículo, Baekhyun! ¡Acabamos de tener uno de los momentos más terribles y temibles desde que fuimos atrapados en este lugar! ¡Pudimos haber muerto! Y tú, ¿tú quieres que hablemos y tengamos una charla de grupo? ¡Quiero explicaciones ahora mismo!– exigió Kris, completamente furioso. 

–Las parejas deben hablar porque no queda mucho tiempo, creo que es lo mejor– insistió Baekhyun, pero la temible mirada del más lato de todos detuvo en parte su valentía. 

–Si queda tan poco tiempo y estás tan preocupado por las parejas, debería dejar de perder el tiempo y empezar a explicar qué demonios pasa aquí. 

Baekhyun odiaba la atención que estaba recibiendo en ese momento. Todas las miradas que estaban sobre él se veían ansiosas, asustadas e incluso enojadas. Evidentemente los chicos querían respuestas y estaba seguro que las que tenía no eran lo que los demás esperaban. Pero no tenía opción, sólo podía compartir lo que sabía. 

–Entonces, les contaré lo que pasó: cuando estábamos escapando del laberinto y todo se puso negro, desperté. Primero, pensé que habíamos sido atrapados de nuevo y que nos estaban regresando a las camillas, pero cuando logré abrir los ojos descubrí que no se parecía en nada al laberinto. Era un cuarto vacío, cuatro paredes y ninguna puerta, estaba sólo y una pantalla se prendió– Baek cerró los ojos y meneó la cabeza, como si el recuerdo fuera terrible. –Una voz me hizo varias preguntas básicas como mi nombre, mi edad o si sabía dónde estaba. Me limité a responder lo que recordaba. Empezaron a preguntarme sobre los demás, con quién era más cercano, pero me negué a responder. Tenía miedo de que los usaran o que los hirieran. Luego, insistieron en saber si era cercano a Kyungsoo, pero no respondí. 

–¿Preguntaron acerca de Kyungsoo?– Jongin saltó, preocupado por esa información, pero Baek sonrió e hizo un gesto con las manos para tranquilizarlo. 

–Sí, lo hicieron, pero no llegó a nada más. Me dijeron que si los ayudaba a atraparlos, me darían mi libertad. Lo pensé mucho y tomé una decisión. Lo arriesgué todo y acepté, intenté no mostrar mis verdaderas intenciones y me mostré como un traidor oportunista. Así, confiarían en mí y yo podría sacarlos de aquí. También tenía miedo de negarme, si soy sincero– el pelinegro se quedó en silencio por un rato, buscando las palabras correctas para continuar. 

–Temías que, si te negabas, escogieran a alguien que sí fuera capaz de traicionarnos, ¿no es cierto?– la pregunta directa de Jongin hizo que Baekhyun se sonrojara. Eso había sido exactamente lo que pensó, pero le parecía horrible decirlo de esa manera. 

–La cuestión– continuó el chico. –Es que, cuando los atrapé, me dijeron que una de las puertas del laberinto se abrirá en una hora determinada y podría salir. 

–¿Eso quiere decir que nunca salimos del laberinto?– quiso saber Suho indignado y Baekhyun asintió con la cabeza. 

–Nunca lo hicimos, pero después de encontrar la respuesta, hice lo que me dijeron y fui tras ustedes, los atrapé y los saqué de la prisión. Podría ser una trampa, pero al menos tengo la esperanza de que podemos hacerlo. Por eso, como no sabemos lo que va a pasar, creo que deberíamos darnos un tiempo para hablar, para ponernos de acuerdo en cómo encontrarnos de nuevo si regresamos a la realidad. 

–Eso sería bueno– aceptó Kris en voz alta. 

–Kyungsoo, ¿no sería maravilloso si cada pareja tuviera la oportunidad de tener su privacidad?– preguntó Baekhyun en voz baja, para que nadie más pudiera escucharlo. 

–¿A qué te refieres?– el aludido lo miró con curiosidad. 

–¿No te gustaría estar a solas con Jongin por un rato? Hasta que sea el momento en que la puerta se abra.