El desconocido.

Capítulo 16: La nueva Vicky

Capítulo 16: La nueva Vicky

                                                                                                                                                                                                                                                                                       El domingo lo pasé acostada en el sofá con una resaca monumental. Vi películas tratando de no pensar en lo ocurrido, pero cuando Joseph Fiennes le declaraba amor a Gwyneth Paltrow en “Skakespeare in love” decidí cambiar de generó. Terminé haciendo zapping. Algo atrapó toda mi atención en la pantalla, cogí el portátil y tecleé en google el nombre de la serie que me daba el teletexto. En cuanto el navegador me enseñó las imagines de “Ladrón de guante blanco” abrí la de su protagonista, un tal Matthew Bomer. Lo observé detenidamente, era como estar mirandoló a él… Aquel actor se parecía muchísimo a Ryan; los dos compartían la misma mandibula cuadrada, aquella boca tan apetecible, el pelo castaño ligeramente despeinado, a ecepsión de sus ojos, lo del actor eran grises y los de mi profesor eran tan azules como el cielo. Divertida por las simituledes entre ambos le envié la foto a Mel quien respondió con un “Ay va… son clavaditos. Aunque el Bomer esta mucho más bueno” me reí frente a la pantalla del ordenador por el comentario, y seguí mirando a aquel ladrón, verdaderamente era como mirar a Ryan.

Decidí envíales un mensaje a las Ret resumiéndoles lo que había pasado.

“Vicky lo mejor que puedes hacer ahora es intentar olvidar. Centrate en la publicación del libro y olvida todo lo demás” Me aconsejó Marga.

“Al Rayn le voy a dejar yo sin chistorra” Bromeó Sonia haciéndome reír y añadió “Pasa de él, y centrate en escribir”

“Vicky pronto nos veremos de nuevo y saldremos a buscarte a hombretón que te haga olvidar” Prometió Yoha.

“¡Por favor y a mi buscarme otro!” Pidió Esther.

“Tú ahora olvidate de todo y disfruta de tu sueño” Añadió Leess.

“Estoy con las chicas. Y no te olvides de mandarme el libro en cuanto salga” Dijo Valery.

“Os haré caso, intentaré olvidar. Y Yoha… te tomo la palabra” concluí.

Me despedí de todas y salí a pasear a Pelusa.

Llamé a mis padres mientras caminaba por el parque para darles la buena noticia:

–¿Estas segura que ese contrato es válido? – preguntó mi padre, escéptico.

Resoplé y contesté con calma:

–Sí papá.

–¿Segura? –Volví a afirmar y añadió– Bueno será cosa de Samuel, seguramente le habrá pedido que te hagan el contrato.

 Estaba acostumbrada a aquellos comentarios de mi padre, nunca había confiado en que podía lograr algo por mi cuenta, para él siempre había una ayuda de por medio.

–¿Tanto te cuesta creer que tu hija sea buena escribiendo? –Le espeté exasperada.

Al otro lado de la línea no se escuchó nada, pero sabía que seguía allí.

–Mira papá, te quiero pero no voy a permitir que me sigas denigrando de esta manera. No, escuchame–Le exigí cuando intentó hablar– Ahora soy yo la que va a dejar las cosas claras. Gracias a ti y a Mamá nunca he tenido confianza en mi misma, nunca he apostado por mí al igual que vosotros tampoco lo hacíais. Pero me he cansado. Si no me vaís a apoyar en esto, esta bien, lo respeto. Pero no voy a dejar que me hagaís dudar si soy buena en lo que hago– Tomé aire y añadí más segura de mi misma que nunca– Por que lo soy, y mucho.