Recuérdame [Jimin&Tú]

Q U I N C E

- Vamos, Jimin, que extraño nuestros revolcones.- se movía Britanny encima de mí en busca de que mi amigo respondiera a su contacto. En otros tiempos hubiera bastado eso para que fuera sexo seguro, pero ya no, no me apetece hacerlo con ella ni con nadie, excepto con ______, desde que lo habíamos hecho por primera vez después del accidente se sentía bien, era como si nunca nos hubiéramos separados, aunque su inexperiencia me gustaba, se había vuelto una experta en aquel entonces, pero ahora tenía la oportunidad de hacer cosas nuevas con ellas, volver a ser yo quien le enseñe todo sobre esto, es sencillamente genial.

- Ya te dije que no, Britanny. Mejor bájate y dime cómo demonios entraste a mi departamento.

- Vamos cuñadito, había aceptado tu duelo porque mi hermana seguía en coma. Dos meses tuve que esperarme hasta que despertara y ahora dos meses más hasta que su patética historia de amor se renaudara, he esperado mucho. Te necesito.- su mano subía y bajaba por mi pantalón en busca de lo que nunca iba a llegar.

- Ya déjalo.- retiré su mano de mi entrepierna y me paré aún con ella encima de mí, una vez de pie me giré y la dejé sobre la cama- Que no, yo estoy bien como estoy, Britanny, lo nuestro fue parte del pasado.

- ¿Y tú a qué le llamas pasado? ¿A dos meses atrás? Nuestro trato era que si ella despertaba y volvían a estar juntos, podríamos volver a encontrarnos si te ayudaba a que lo vuestro se concretara de nuevo, ¿de qué vas ahora, comadreja?- caminé hacia la sala en busca de un poco de paz, maldito trato, pero es que me ha tomado desprevenido, en un momento vulnerable. No me justifico pero ya no me interesa continuarlo, mi atención está puesta solamente en ______, mi chica.

- ______ me necesita y yo la necesito, quiero estar con ella en cada momento y hacer las cosas bien, ¿no me puedes entender? Por amor a Dios, es tu hermana.

- ¿¡Ahora te condueles de la enfermita!?- gritó de repente haciéndome sobresaltar.

- No se trata de eso, Britanny.

- ¿Entonces de qué Jimin? ¡Maldita sea! Teníamos un trato, el que ella haya perdido la memoria no significa cambios en él.

- Pues para mí sí, maldición. ¿Por qué te aferras en separarme de ella? Duré dos meses sin ella y luego pasé por un sufragio al saber que ella ni siquiera se acordaba de mí. La he recuperado, Britanny, no me prives de estar con ella.

- Te aplaudo, Jimin. A mí no me vendes ese cuento barato de que la amas con todo tu ser y todo tu corazón. Si antes del accidente estabas dispuesto a...

- ¡ESO FUE ANTES. TODO FUE ANTES DE ESTO Y LO QUE PASÓ YA NO ME INTERESA!

- Te recuerdo que mi hermanita está super interesada en saber qué pasó, a diferencia de ti, Jimin, a ella sí le importa. Y ambos sabemos quién eres, aunque intentes ser el príncipe azul, tu pasado te condena.

- He cambiado por ella. No tiene sentido lo que ahora dices.

- No parecía que habías cambiado cuando aceptaste mi trato, ¿no, Jimin?

Cuando estaba a punto de responder la figura de _______ apareció en la puerta, los nervios se apoderaron de mí, estuve a punto de perderla dos veces, no estaba dispuesto a una tercera.

- ¿De qué trato hablan?- preguntó calmada, al parecer no había escuchado nada más que eso. ¡Gracias a Dios!

- Menos mal que llegas, querida hermanita. Justo estaba hablando con tu novio de algo que nos involucra a los tres.- saltó a la defensiva Britanny con picardía.

- ¿A los tres?- Contribuyó ______ notoriamente desorientada.

- Britanny, déjalo ya.- dije rápidamente para evitar que soltara una estupidez que echara todo a perder, fruncí el entrecejo a ver su rostro, claramente no tenía intenciones de parar y eso ya me estaba enfadado.

- No, Jimin. Qué es eso que nos involucra a los tres, Britanny. Y ¿por qué estaban discutiendo tan fuerte?- salió en su defensa ______, su curiosidad era evidente pero había algo más que simple curiosidad.

- Pues mira, hermanita. Tu novio, tu amado novio, tal vez no sea lo que piensas.

- Déjate de rodeos, Britanny, y habla de una buena vez.- subió el tono de voz, me sorprendí al escucharla, muy pocas veces la había visto de esa manera.

- Britanny no tiene nada que decir, amor. Sólo está diciendo incoherencias y, de hecho, ya se iba.- la tomé del brazo y la dirigí hacia la puerta, mientras Britanny rabiaba y decía amenazas entre dientes. Cuando por fin la había sacado, me giré y miré a _______, pero no precisamente a la cara. Temía que si me viera a los ojos se diera cuenta de la verdad y me dejase.

- ¿Me vas a decir por qué discutían y cuál es ese trato o tengo que ponerme de malas, Jimin?- la firmeza presente de nuevo en su voz me sorprendían pero ignoré por completo aquel tono y me dispuse a restarle importancia. Maldito trato, en qué estúpido momento se me ocurrió aceptarlo.

- Te digo que son incoherencias, pequeña. No le hagas caso.

- ¡NO! Si hubieran sido "incoherencias" como dices, no la hubieras sacado a patadas de la casa.

- Porque ya se iba.- sonreí de lado y le guiñé el ojo derecho.

- No me tomes de tonta. Tengo la cara pero no lo soy. Los he escuchado.

- ¿Qué escuchaste?- la sonrisa tímida de mi cara se desvaneció rápidamente, estaba nervioso, muy nervioso.

- Dime, Jimin. ¿De qué trato habla mi hermana y por qué se interpone entre tú y yo? ¿Qué es eso que acordaron?

- ¿Qué tanto escuchaste, pequeña?

- Lo suficiente para saber que entre ustedes pasa algo que me están escondiendo.

- No, o sea, no. Perdóname, pequeña. Te juro que es una estupidez.- no sabía qué hacer o decir, lo único que se me ocurrió fue pedirle perdón e implorarle.

- Si fuera una estupidez no estarías pidiéndome perdón. ¿Qué se supone que tengo que perdonarte, Jimin?- no pude responder a eso, tenía razón, le ocultaba algo pero sé que si se enterara me odiaría mucho antes de siquiera amarme. Soy un egoísta, lo sé. Pero la quiero a mi lado, la necesito a mi lado.

- ¿No vas a responder?- la miré fijamente sin poder reaccionar- Supongo que es más que suficiente, lo que he escuchado me basta para sacar mis propias conclusiones.- empezó a caminar hacia la habitación y tomó la maleta con la que había venido hace dos meses atrás, la tiró encima de la cama y la abrió, se dirigió hacia el closet en donde estaban nuestras ropas unidas, como lo había estado hace dos meses, antes de esto. Sacaba su ropa por montones sin ni siquiera detenerse a arreglarla o doblarla para evitar que se estrujaran, quería escapar de mí. Y yo mismo había causado su adiós.

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He vuelto bellezas, un muy "feliz" capítulo. Muajajaja.

¿Las dos caras de la historia?

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