Otra gota cae del techo y se desliza por la antigua pintura de la pared hasta introducirse en un orificio hecho en el piso por los años y el tiempo, sin embargo la casa es ilustre, de una forma llamativa y peculiar.
Mis ojos se desvían por enésima vez al cuerpo inconsciente de William sobre el sofá rojo oscuro a unos metros de mi y suspiro nerviosa.
- disculpa las goteras... - sonríe la madre de Gammela entrando en la estancia con dos tazas de té. -... La casa es muy vieja y hay uno que otro desarreglo. - dice y me entrega una taza con un humeante líquido. Intento sonreír por cortesía pero mi labios no obedecen. Aún no.
Miro otra vez a William y ella atrapa mi mirada.
- Él estará bien, está en lo que llamamos... un trance psíquico, despertará en cualquier momento. - explica ella amablemente. Asiento en respuesta. Maldición, ¿que me pasa? Mi cuerpo está aquí pero mi mente continúa en el accidente... ¿que hubiera pasado si William no hubiera amortiguado mi caída? ¿que hubiera sucedido si la madre de Gammela no hubiera estado ahí? ¿podría yo haber ahuyentado al Nocturno? ¿sin la ayuda de William....?
- ¿usted es bruja? - pregunto de sopetón.
Maldición...
Ella sonríe.
- ¿al grano he? - dice ella lanzando un mechón de cabello hacia atrás. - oh... Y llámame Leia, de lo contrario me haces sentir muy vieja. - se burla y toma un sorbo de té.
La miro deslizar el liquido por su garganta y me fijo en una leve cicatriz en el costado derecho de su cuello.
- bruja. - dice de pronto con voz segura, y me tardo unos segundos en captar su respuesta.
- Gammela me lo había dicho... antes. - mi lengua se enreda y frunzo mis labios para evitar decir algo demás. Unos segundos incómodos transcurren, lentamente, hasta que la odiosa curiosidad me invade.
Al diablo.
- ¿por qué nos ayudó? - pregunto y mi voz tiende a salir un poco brusca. Ella cruza sus piernas elegantemente y levanta una ceja burlona.
- me ofende un poco tu pregunta Elena, tú eras parte de la vida de mi hija, por ende... Me importas. - explica. -... Además... me recuerdas a ella en cierta manera.. - dice y pierde su mirada en la nada, pasan unos segundos así y levanta sus ojos hacia mi. - Eres temeraria Elena, tienes alma de guerrera. - afirma ella.
- yo... - comienzo a decir, y la imagen del Nocturno viene fugaz a mi mente. -... No sé que pasó.. Debería haber hecho algo... ella solo intentaba salvarme y yo no pude hacer nada... - las palabras salen solas de mi boca. La muerte de Gammela fue en torno a mi vida y no hubo vuelta atrás.
- Hey... - Leia posa su mano sobre mi brazo delicadamente. -... Yo más que nadie puedo no comprender la muerte de Gammela, y la recuerdo cada día con esa hermosa última sonrisa que me dió al salir de casa, pero es así.. Nos haríamos viejos buscando un culpable, porque no los hay, solo nos queda aprender a soportar el dolor y continuar. - ella toma otro sorbo de té y luce tranquila, extraño para alguien que ha perdido a su única hija pienso. Pero un asomo de evidente tristeza se centra en el fondo de sus ojos. De pronto la siento, la ira de todas las tragedias que cobraron vidas inocentes como la de Gammela.
- ¿como me deshago de ellos? - pregunto sintiendo mi rabia. - ¿como destruyo a los Nocturnos? - Todo esto, todo el caos y la muerte de los últimos días de mi vida vienen causado por ellos, no dejaré que siga pasando... no más.
Leia niega con la cabeza.
- no puedes. - responde rotunda. Y de pronto viene a mi mente. Es obvio... Yo misma estuve ahí cuando William encerró a Derek y su ejército de Nocturnos...
- ellos no pueden morir... - divago en voz alta. -.. Pero, ¿por qué siguen atacando? William los encerró. - Mi cabeza se transforma en un puzzle, lleno de imágenes e información desordenada.
- Los Nocturnos son seres de la oscuridad, inmortales, solo pueden ser confinados u encerrados y únicamente pueden andar en la tierra si se les ha invocado, un brujo muy poderoso o algo peor. - explica Leia. -.. Hey, espera...- Ella tensa su cuerpo y se inclina con cuidado hacia mí. - ¿a que te refieres con "siguen atacando" ¿y que es eso de "William los encerró"? - ella se ve tan confundida como yo.
- ellos empezaron conmigo y ahora están atacando a mi familia, hubo un brujo pero...- niego con la cabeza deteniéndome bruscamente. No des tanta información Elena...
- ¿pero....? - pregunta Leia genuinamente interesada.
- Pero desapareció. - dice una grave voz masculina a nuestra espalda. Ambas volteamos a la vez y yo me levanto de la silla.
- William. - dice Leia.
- William. - imito caminando hacia el. William se levanta lentamente y yo deslizo mis manos sobre sus mejillas ausentes de heridas.
- ¿estas bien? - pregunta adelantándose y frunciendo sus cejas. Asiento en respuesta y William mira a Leia sin quitar su expresión seria.
- ¿quien eres? - pregunta él parándose entre Leia y yo.
- Soy Leia, querido. Y te salvé la vida. - contesta ella educadamente. Pongo una mano sobre el pecho de William y doy un paso adelante.
- está bien William, ella nos ayudó. - Mi voz, afortunadamente sale segura de mi boca, sin embargo la situación es algo tensa, la cantidad de información nueva que recibí de Leia está creando conexiones con los hechos de las últimas fatídicas horas en el accidente de la carretera, y estoy poniendo todo mi esfuerzo por no entrar en un colapso mental.
Leia da un paso tranquilo hacia nosotros.
- Soy bruja, mi magia te mantuvo.... estable, por así decirlo. Tuviste un trance psíquico y estuviste inconsciente por dos horas. - explica ella. William aún no baja la guardia, lo sé, él solo observa y analiza.
- Él no tuvo un trance psíquico Leia. Fue una conexión. - todos giramos hacia el origen de una quejumbrosa pero segura voz y observamos a una encorvada anciana caminar hasta pararse frente a nosotros. - él tiene una conexión. - vuelve a repetir la anciana, pero ésta vez mirando a William con desprecio puro.
Leia sonríe, una sonrisa incómoda carente de humor.
- ¿una conexión? ¿a que te refieres Denisia? - pregunta Leia intentando disipar con su sonrisa la mala actitud de la anciana hacia William. - ¿una conexión con qué? - Por un momento los ojos de la anciana se cruzan con los míos y un sentimiento de inferioridad me invade, un escalofrío recorre mi columna vertebral y mis manos comienzan a sudar.
- Él tiene una conexión con el Nocturno, el está ligado al mal. - responde la anciana.
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Descendientes - Caminando entre brumas. (Libro #2)
FantasyCon la ausencia de Derek, brujos y la maldad que surgía con ellos, todos los malos recuerdos parecen quedar atrás, pero aún no es el fin de lo sobrenatural en la vida de Elena. Esta vez los residentes de Forest Hill se verán envueltos en peligrosas...