ċaքítʊʟօ ʊռօ. (ʟa ɛʀa ɖɛʟ ʍɛɖaʟʟóռ)

123 5 2
                                    

Spencer aprieta el botón de enter y voltea hacia mí con una sonrisa.

- está hecho. - dice sin piedad. Sonrío dolorosamente, oh... no. Acabo de vender mi auto. Spencer vuelve a mirar la laptop. - el comprador estará aquí mañana en la mañana así que.... Duele ¿No es así? - pregunta él. Asiento frenéticamente.

- exacto . - respondo lanzándome de espaldas en el sofá.

Spencer y yo adelantamos lo que empecé con Olivia. Vender el Citroën. Gran adelanto y doloroso camino pienso con nostalgia divertida.

- supongo que ahora ésto va a mejorar mi ritmo cardíaco. - bromeo aún con los ojos cerrados. Spencer ríe, una risa espesa y simpática.

- No lo creo, subirás a mi camioneta cada mañana y evitarás que ése ritmo cardíaco mejore. - afirma él. Lo miro con una sonrisa resignada.

Okey, Okey.... si tú insistes....

Alguien golpea la puerta y me levanto del sofá rápidamente, troto por el pasillo y abro la puerta.

- llegaron las cervezas!!! - exclama Olivia entrando en la casa, Andy viene detrás con una sonrisa derrotada. Su cara refleja alguna que otra emoción divertida ya familiar para mi sobre Olivia. Intercambiamos miradas.

Ajá, así es ella... y tú apenas la conoces... Le comunico visualmente.

- le dije que no se sería una buena idea. - me susurra Andy conspiradora. Sonrío malvadamente.

- Nada de cervezas en casa, Olivia. - advierte mi madre bajando la escalera fingiendo estar molesta. Olivia hace una mueca quitándole importancia.

- oh! Sólo bromeaba, ya sabe... - balbucea ella y reímos al miserable intento de mentira de Olivia. Hago una mueca de risa y desvío la vista hacia mi madre, ella ríe relajada y despreocupada, extrañaba verla así.

Después de la muerte de mi padre y los dias oscuros del luto y la tristeza hemos avanzado a pasos pequeños. Cuando creíamos que todo iba bien y que él estaba mejorando, tuvo una repentina deficiencia cardíaca, su recaída fue trágicamente sorpresiva, tanto para mi madre y yo como para los doctores.

los últimos meses fueron tan horribles que me sentía muerta por dentro, un cuerpo sin alma.... Pero debía permanecer fuerte por mi madre, fuerte por las dos.

Por lo contrario, la ayuda y el respaldo que recibimos de la familia de Olivia, la de Ian, y los padres de Darren que también estuvieron aquí fue siempre permanente. En cuanto a mi madre los doctores la dieron de alta alrededor de una semana antes de que mi padre comenzara con problemas hasta finalmente.... morir, ella quedó devastada, pero hemos sabido "superarlo" y su ánimo va mejorando, no recuerda nada de lo que pasó, nada de la casa antigua.. o de su ataque, pero ambas lo preferimos así.

Camino fuera del pasillo para ver a Spencer y me paro frente a él, que luce pensativo.

- ¿Quieres una soda o un refresco...? - pregunto aún sonriendo por la broma anterior. Spencer me mira.

- ¿Qué? - pregunta él. Elevo una ceja y me siento en el sofá frente a él.

- ¿Pasa algo? Pareces... distraído. - digo haciendo una mueca divertida. Él sonríe también pero niega con la cabeza.

- No es nada, estoy bien.... Y una soda sería perfecto. - responde con una sonrisa tranquilizadora. Lo miro por un momento intentando descifrar que le pasa pero evade el tema, finalmente asiento en respuesta y camino hacia la cocina.

Abro la puerta y me congelo, mis piernas se doblan y caigo al suelo sintiendo el hielo penetrar en mi piel. Un sollozo escapa de mi garganta y llevo mis manos hacia mi boca.

Descendientes - Caminando entre brumas. (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora