-¡Jake, bájate de ahí!
Me lancé de espaldas al pequeño sofá, y respiré hondo. Jake estaba saltando sobre mi cama, y Savannah dormía en su pequeña cuna. Jake estaba por cumplir 5 años, y Camila Savannah tenía poco más de un año. Harry y yo no habíamos decidido entre Camila, o Savannah, así que usamos ambos. Había pasado otro año en paz y feliz con Harry, Jake, y ahora, Savannah.
-¡Jake, es en serio, vas a despertar a tu hermanita!- le dije a Jake, que me seguía ignorando y seguía saltando en la cama. Cerré los ojos, e intenté relajarme un poco, Jake había estado insoportable todo el día. Escuché unos pasos en la habitación, pero seguí con los ojos cerrados.
-Suficiente.- dijo Harry alegre mientras cargaba a Jake, que gritaba y reía.- Silencio, vas a despertar a Savannah. –le dijo Harry poniendo a Jake en el suelo. Caminó hacia mi, y se sentó en el respaldo del sofá. –Hola.- me dijo antes de besar mis labios.
-Hola.- le dije abriendo los ojos, y sonriendo. Harry se sentó a mi lado, y estiró los brazos, para que Jake fuera hacia nosotros.
-¿Qué quieres comer, Jake?- le preguntó Harry sentándolo sobre su regazo.
-¡Sushi!- gritó Jake.
-Shhh- le dijo Harry en un susurro despeinando el largo y castaño cabello de Jake.
Jake rió tímidamente, se puso de pie para ir a mirar a Savannah dormir en su cuna.
-Lo siento mami.- susurró.- La desperté.
Me puse de pie, y caminé hacia dónde estaba Jake recargado mirando a Savannah. Ella estaba abriendo sus grandes y verdes ojos, y hacia un puchero, en señal de que iba a llorar. Comenzó a llorar, y Jake se apartó apenado. Cargué a Savannah en mis brazos, y comencé a mecerla. Poco a poco, fue dejando de llorar, y comenzó a jugar con sus manitas.
-Sushi entonces.- dijo Harry sonriendo. –Andando.- dijo mientras se ponía de pie.
-Sostén a Savannah.- le dije entregándole a la bebé, Harry comenzó a hacer caras graciosas, y la bebé reía. –Jake, ve por tus zapatos.- le dije mientras me ponía un suéter, pues estaba comenzando invierno.
Bajamos los cuatro, y Jake iba saltando de escalón en escalón. Subí a Savannah en su silla especial, y Jake junto a ella, y después subí yo. Harry encendió el auto, y al salir de la casa, vi a un hombre con una gabardina negra, un sombrero y lentes de sol, mirándonos, hablando de manera sospechosa por teléfono. Lo ignoré, y comencé a hablar con Harry. Después del largo recorrido de nuestra casa hacia el restaurante, bajamos todos, y nos dedicamos a comer. Harry jugaba con los palillos chinos, haciéndonos a todos reír.
Después de comer, llevamos a Jake y a Savannah a un parque. Jake jugaba por todo el parque, mientras que Harry, y yo, intentábamos enseñar a Savannah caminar.
-¡Lo está logrando!- dijo Harry emocionado al ver que Savannah caminaba una corta distancia hacia el.
Estaba por llegar a los brazos de Harry, cuando tropezó. Cayó y comenzó a hacer pucheros, lo hacia siempre que iba a llorar. Harry la tomó en sus brazos, y besó su frente. Savannah sonrió, y tomó el rostro de Harry entre sus pequeñas manos, y besó su mentón. Harry sonrió, y la alzó en el aire, mientras ella reía. Sonreí al ver esa tierna escena, y detrás de ellos a lo lejos, estaba un hombre –no sabía si era el mismo de antes- mirándonos. En cuanto sintió mi mirada, miró hacia otro lado, y se alejó.
Seguí jugando con ellos, cuando volvió Jake, algo asustado.
-¿Qué pasó?- preguntó Harry bajando a Savannah.
-Había un hombre, de negro, y estábamos solos, me asusté.- dijo abrazándome.
-Pero, ¿no te hizo nada, o si?- le preguntó Harry. Jake solo negó con la cabeza. –Será mejor que volvamos a casa.- dijo poniéndose de pie.
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Vendida 2° temporada. (Suspendida)
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