El muelle y los lujos de dan.

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2:37 pm. Y yo ya estaba lista, el muelle queda lejos de mi casa así que ya estaba yendo camino al muelle, no soy una chica que le gusta tomar transporte público ya que he tenido muchas malas experiencias en ella.

"mamá iré a la casa de sindy"
-Mensaje de Carrie. 2:49 pm.

"esta bien, llega para la cena"
-Mensaje de mamá. 2:52 pm.

Eran las 3:43 y yo ya estaba llegando al muelle, no veía a dan por ninguna parte del muelle, asi que me acerque a la costa para ver los barcos.

-Volteate pequeña- estoy segura que esa era la voz de dan, me voltee y vi a un hombre de alrededor unos 35 años, me tapó la boca y nose que paso... Solo me dormí.

Desperté en los asientos traseros de un auto, estaba amarrada de pies y manos, me senté y pude observar que estaba en una camioneta negra con vidrios polarizados, mire mis bolsillo para ver si tenia mi celular pero no, no tenía nada más que mi poca ropa.

-No te asustes, si haces lo que quiero esto será bueno para ti y para mi- dijo "dan" el cual ya ni se si ese era su nombre verdadero.

Ya se estaba haciendo de noche y no llegábamos a ningún destino, solo veía la sombra vaga de uno que otro árbol. Intenté soltarme de las amarras pero eran demasiado fuertes y estaba demasiado débil, con suerte me podría mi propio cuerpo.

-Quedate quieta! Maldita sea!- dan golpeó el volante y me miró por el espejo retrovisor.

Pasaron un par de minutos y llegamos a una casa, bastante grande, blanca, tenía dos perros muy lindos, entramos al garaje en el Auto y dios mio, al parecer "dan" poseía mucho dinero para tener más de 4 autos bastante lujosos, al igual que la casa.

-baja del auto- dan abrió la puerta, me destapó la boca y me tendió la mano, al parecer se le olvido que estaba amarrada de pies y manos.

-Mierda cierto que estas amarrada- me volteo bruscamente y me desató las manos y posteriormente los pies.
-Bien ahora puedes caminar y no quiero que llores, ya lo hiciste mucho en el Auto- es verdad, llore mucho en el Auto, tenía miedo y estaba desesperada.

Me tomo fuerte de la muñeca y me llevo al interior de la casa, subimos unas escaleras realmente largas, y me dejo en una habitación de color blanca, esta solo tenia una cama, dos muebles, una silla y una ventana la cual daba al patio trasero, mire por la ventana y al parecer estaba en un tercer piso por lo que pensé "¿ventana como vía de escape? Definitivamente no."

Comencé a husmear entre las cosas y encontré un poco de ropa de chica y una botella de agua.

3, 5, 6 horas sin comer, dan no está, no escucho nada, es un silencio inquietante, me canse de gritar. Grite por la ventana y nadie llegaba, así como también me di cuenta de que casas cerca no habían. Dan no vivía a cuatro calles de mi como el decía, Dan vive a las afuera de la ciudad.

-Bien, te traje comida, es arroz y un poco de salsa.- entro a la habitación y me entrego un plato y un tenedor, comí desesperadamente y el se sentó en la cama.

-¿Cuantos días estaré aquí?"- pregunté.

-Los que sean hasta que te acostumbres a vivir aquí- su mandíbula parecía tensa.

-¿cuando conoceré completamente la casa?-la cara de dan se torno más gentil, sus pupilas se dilataron y su respiración se torno más calmada.

-Bien, será ahora, pero no dejare que salgas de esta habitación sin nada que te retenga- salio de la habitación, pasaron un par de minutos y volvió con unas esposas color plata. -Bien dame una de tus manos- le entregue mi mano izquierda, puso la esposa y la apretó lo suficiente como para que no pueda sacarmela, tomo el otro extremo de la esposa y se la puso el en su mano derecha.

-Bien Levántate y vamos- estaba sentada en el suelo junto a la ventana. Comenzamos a avanzar y me llevo a la entrada principal. -comenzaremos desde acá- me miró fijamente a los ojos, los cuales eran completamente grises.

Caminamos desde la entrada a la cocina la cual era bastante amplia y estaba muy limpia, salimos de la cocina y me llevo al comedor el cual tenia una larga mesa de vidrio, grandes cuadros en la pared y alguno que otro mueble, subimos tres peldaños por el lado izquierdo del comedor y ahí se encontraba la sala la cual tenia un sofá en forma de "L" una gran televisión, una chimenea aparentemente de mármol y un estante con fotos y trofeos. Volvimos a la entrada y suvimos las escaleras, arriba había un piano en el medio de la sala y muchas puertas. Entramos a tres de ellas, una era una sala de juegos, con xbox, play station y otras cosas. La otra era el estudio de dan, era bastante simple, tenía dos ordenadores, un escritorio que ocupaba el largo de toda una pared, dos sillones de cuero, un mueble con libros, discos y vinilos pegados en la pared.

-pensaba que eras un viejo pero por lo que veo aun tienes una alma joven- dije mientras veía los discos.

-tengo una alma joven porque soy joven- su tono de sarcasmo se notaba mucho y su risa imposible de aguantar también.

-¿Cuantos años tienes?- su mandíbula se tenso y su mirada permanecía en un punto fijo.

-tengo 27.- seguía mirando aquél inquietante punto.

-¿que hay de las demás puertas?- cambie de tema por el temor de lo que fuera a hacerme.

-Las descubrirás con el tiempo, una de esas puertas puede ser un premio para ti o una gran tortura- tenia una mirada traviesa la cual me hacia preguntarme si realmente me conviene estar aquí.

-Mucho por hoy niña- me llevo de vuelta a mi habitación y me saco las esposas.

-dan Vuelve- dije cuando dan ya estaba por cerrar la puerta.

-¿Que pasa?- solo note su sombra en la oscuridad de la habitación

-¿Hasta cuando me harás esto?- se acercaba a mi y sentí su respiración cerca

-Hasta que seas completamente mía y cuando te de la oportunidad de irte no lo hagas porque no quieres alejarme de ti- sentí sus manos en mi cintura y su respiración a centímetros de la mía.

¿Donde Estas Carrie?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora