Carrie prinston, la chica desaparecida

13 1 1
                                    

-¿Puedes caminar?- preguntó dan, el cual estaba parado frente a la cama.

-No, no me puedo mover, me duele mucho.-dije intentando sentarme pero no obtuve resultados.

-Vamos, te llevare a la cocina- me ayudó a pararme y me coloco las esposas.

-¿Es necesario? digo, ni siquiera me puedo parar por mi propia cuenta, dudo que pueda escapar.- mi cara de súplica era evidente, pero su expresión dura permanecía.

-Si es necesaria, de todas maneras no quiero que te escapes nunca.- se que eso lo dijo en un sentido tierno, por más intimidante que quiera parecer no le funcionaba.

Llegamos a la cocina y me sentó sobre unas de las sillas que estaban junto al desayunador, me dio una manzana y un plato con avena.

-¿Hasta cuando comeré esto?- dije revolviendo la comida con disgusto. -¿Estoy a dieta o que? Porque así es como me siento- me negué a comer la avena y la manzana y empuje ambas cosas hacia el centro del desayunador.

-comerás esto hasta que aprenda a cocinar algo, pequeña mal criada- acercó bruscamente la avena y la manzana hacia mí y me tomó por el pelo -me harás caso pequeña, si no quieres que te lastime y se repita la rica escena que tu cuerpo me dio.- soltó una risa bastante irónica, me daba asco este tipo, solo quería golpearlo pero se que no me convenía y menos con tan pocas fuerzas.

Terminé de comerme lo que dan me dio, dan estaba sentado frente a mi esperando a que me terminará toda mi comida, me miraba fijamente, con una mirada sicopata y una seriedad impresionante, si rostro no daba ningún gesto.

-¿Ahora que?- rompí el incómodo silencio que había entre nosotros,  me tomo del brazo izquierdo y me llevo hasta la sala a ver televisión, prendió la tv y vi que en las noticias salia que estaban buscando a una chica, mierda, esa chica era yo, oh no, mi madre se mostraba desesperada, lloraba frente a las cámaras y rogaba para que dieran pistas de mi paradero. Mire a dan el cual estaba completamente centrado en lo que la televisión mostraba. No aguante las lágrimas y me tengo a llorar.

-Dejame ir por favor.- suplique en un susurro, sentí que estaba débil y burnerable.

-Nunca.- si expresión permanecía dura y sin mostrar gesto en absoluto.

-¡llévame a la habitación ahora!, no quiero ver más esto.- grité, seguía llorando descontroladamente, me sentía desesperada y sola.

Me miró un par de segundos, su mirada era fría. Se levantó rápidamente, se desabrocho el pantalón y los bajo junto a los bóxer, intente salir de ahí pero me tomo del pelo y no pude, comencé a llorar más y más, me recostó sobre el sofá y me quito los pantalones junto a las bragas, se subió sobre mi y introdujo todo su pene en mi vagina en un solo movimiento, me dolía demasiado, lloraba demasiado, le suplique a que parara demasiado, pero no me tomo en cuenta, su respiración era pesada y sus gruñidos cerca de mi oído también, solo pude atinar a mover mi cabeza y mirar la televisión, donde seguía mi madre llorando en directo, mi madre miraba fijamente hacia la cámara y decía "hija si ves esto, por favor vuelve." y tan solo supiera que no estoy aquí porque quiero.

Dan salio de mi y me obligó a arrodillarme frente a él, introdujo su pene hasta mi garganta varias veces, atragantarme era casi imposible, era demasiado brusco. Con una mano, tomó mis manos con fuerza, las puso sobre su pene y las comenzó a mover sobre el y con la otra tomaba mi pelo para poder meter su pene lo más adentro que pudiera en mi boca.
De pronto sentí como un sabor salado se apoderó de toda mi boca, dan soltó un gran gemido, tenía los ojos apretados y la boca un poco abierta, vio mi cara de desesperación y sacó su pene de mi boca.

-Tragate todo mi semen nena, ahora.- con una mano me cerró la mandíbula, Se agachó frente a mi y vio como me tragaba su semen, me dio unas palmadas en la mejilla y lo único que dijo fue "buena chica".

Me tomo del brazo y me llevo hasta la habitación, a penas podía moverme, me dolía mi vagina, mis piernas, mi trasero por tantas malditas nalgadas, mis senos, en fin, todo mi cuerpo.

-Eso fue por gritarme nena, a mi nunca más me vas a gritar, ¿oíste?, porque ya sabes las cosas que pasan cuando una chica como tu se porta de mala manera.- dijo antes de salir de la habitación.

No respondí nada a tal amenaza, solo me dedique a buscar un bolígrafo y una hoja, quería escribirle a mamá que estaba bien y que no se preocupara por mi, aunque fuera mentira, no quería que mi madre cayera en depresión o algo, después de que papá nos dejó ella no volvió a tener tal brillo en sus ojos, esa sonrisa todas las mañanas y esa alegría que la caracterizaba.

"mamá;

Han pasado pocos días de mi desaparición, se que me extrañas y yo también lo hago pero quiero que sepas que estoy bien, no te preocupes por mi, yo estaré muy bien, me fui de la ciudad, no he sido secuestrada ni nada, estaba en mi nuevo departamento cuando vi que en las noticias salia yo como una chica desaparecida, madre, no estoy desaparecida, solo me fui de un día para otro porque quiero comenzar de cero, algún día te daré mi dirección para que me vengas a visitar al igual como yo pronto iré a casa para verte, mamá te amo, gracias por cuidar de mi y por educarme desde pequeña, todo lo que soy es gracias a ti, eres la mejor mujer del mundo, te amo.
Te pido que me dejes de buscar, porque nunca me encontrarás, pídele a las autoridades que cancelen mi caso, yo no estoy desaparecida o secuestrada, yo solo me fui de la vida rutinaria, se que tome esta decisión muy pequeña, pero lo hice.

Mamá
Te amo, gracias por todo.

Atte, Carrie."

¿Donde Estas Carrie?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora