Capítulo 22.

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-Lo sé… lo siento, es solo que.. los extraño.- dije encogiéndome de hombros.

-No se que decirte _____.- dijo abrazándome un poco más fuerte. –No te puedo dejar verlos.-

-¿Por qué?. Pregunté sin mirarlo, porque me abrazaba por la espalda.

-Porque.. van a querer que te quedes con ellos, y.. tengo miedo a que tu también te quieras quedar.- notaba en su voz nerviosismo, lo que decía era cierto.

-Harry, sabes que no te dejaría.- dije girándome, para tenerlo de frente, el solo sonrió, y me besó. 

-Lo sé.- dijo sonriendo. –Pero.. pienso que quisieran que te quedes… y sería lo peor que me podría pasar.

-Si los viera, no me quedaría.- dije dándole un beso.- Quiero estar contigo, y Jake.-

-¡Harry!- gritó riendo, yo solo me uní a su risa.

Subí a la habitación riendo, y entre al baño. Me di una ducha, me cambie por un vestido que Harry había comprado meses antes, especiales para embarazadas. 

Caminé hacia la cama, donde estaba Harry recostado, mirando su teléfono.
Me senté en la cama, y Harry me sonrió, yo le devolví la sonrisa. Un dolor de estómago mayor a todos los que habían antes se presentó. 

-¿Estás bien?- preguntó Harry sentándose en la cama.

-Sí.- dije cerrando los ojos y poniendo una mano sobre mi vientre.- Solo.. es otro de esos dolores.-

-¿Segura?-

-Sí sí.. en unos minutos se me pasa, no te preocupes.- dije recargándome sobre unas almohadas, Harry se recargó algo dudoso. 

Pasaron varios minutos, y el dolor solo aumentaba.

-____... no crees que ¿sea hora?

-No lo sé.- dije cerrando los ojos.- Duele. – dije apretando su mano.

-Nos vamos.- dijo poniéndose de pie. –Vamos al hospital.

-No me puedo parar, duele mucho.- Harry no dijo nada, y se acercó a mi, para cargarme en brazos. 

Bajo las escaleras cargándome, y salió de la casa. Me subió al auto, en la parte del copiloto, subió rápido a la parte del piloto, y encendió el auto.

-En estos momentos me arrepiento de vivir tan lejos. Dijo acelerando el auto.

A los pocos minutos, estábamos en la ciudad, Harry maniobraba para pasar entre los autos, y llegar al hospital. Llegamos, y Harry bajó del auto, para ayudarme a mi a bajar. Me cargó hasta la entrada, donde una secretaria lo atendió.

-¿Qué sucede?- pregunto la secretaria

-Parece que va a dar a luz.- 

La secretaria llamo a un par de enfermeros que pasaban por ahí, uno volvió enseguida con una silla de ruedas, Harry me sentó ahí, y una enfermera me llevo hasta una sala, el dolor aumentaba, Harry nos siguió, no me iba a dejar sola. 

Vendida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora